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Si bien el negocio de venta de música propuesto por Apple hasta ahora, el servicio iTunes, era un buen modelo de negocio, en los últimos tiempos el sector ha evolucionado hacia un modelo diferente, donde los proveedores de música en streaming se integran mejor en la vida social virtual de los usuarios.

Centrándome en mi experiencia personal, la música que tengo organizada en iTunes se ha convertido en el sistema usado para salir de casa, bien sea sincronizando con el iPhone o con el iPod. Por otro lado, cuando estoy ante el ordenador, apenas uso iTunes, prefiero en cambio Spotify, mucho más cómodo y con el que compartimos más fácilmente (otros se decantan por Blip.fm o Last.fm.

No sé si mi situación es extrapolable a todos los usuarios, pero con que lo sea en un porcentaje importante, está claro que Apple está perdiendo cuota de clientes, agravado por el descenso de venta de música provocada por la crisis económica, que nos obliga a mirar más dónde gastamos el dinero.

Unamos a este problema uno más, aquel en el que se encuentran las discográficas. Porque si esta evolución afecta a Apple, también afecta a las discográficas de otro modo: los usuarios no compran álbumes, compran canciones. De modo que no tiene sentido que fuercen a los grupos a hacer buenos discos si luego sólo se venden un par de melodías contenidas en ellos.

Por eso, era cuestión de tiempo que en Cupertino movieran ficha. Según Financial Times, la empresa de la manzana ha establecido reuniones con los cuatro grandes de la música (Sony, Warner, EMI y Universal) para un proyecto denominado Cocktail.

Bajo este nombre se engloba un intento por dotar de valor añadido a la compra de álbumes enteros en iTunes. De modo que al comprar un álbum no sólo compraremos una serie de canciones de nuestro grupo del momento, sino que también nos vendrá contenido adicional en un formato digital independiente a la aplicación iTunes.

Desde este contenido accederíamos a algunos videoclips, notas del artista, fotos del grupo, letras de canciones o dibujos artíticos relacionados... todo aquello que daban valor a un disco original hace unos años, cuando tras comprar el álbum dedicábamos tiempo a saborear cada hoja del libreto.

Parece ser que el dispositivo Mac tablet del que se viene hablando recientemente sería un buen integrador de este material audiovisual, aunque lógicamente se extendería a todos los dispositivos de Apple, para que el intento de reanimación del mercado fuese mayor.

Si os digo la verdad, pienso que esta idea no será una medida paliativa muy efectiva. Al comienzo lo hemos mencionado, la tendencia va hacia la socialización de la música, la compartición de piezas musicales a través de blogs, redes y páginas personales. Y en ésta tendencia apenas tiene cabida lo que Apple propone. Y la empresa corre el riesgo de quedarse anquilosada en el pasado si no es capaz de subirse al nuevo tren musical.

Imagen: TheiPhoneblog