La semana pasada les comenté sobre Jammie Thomas-Rasset y el juicio que la declaró culpable por haber compartido 24 canciones a través del Kazaa y le pusieron una multa de US$1.92 millones. Una verdadera locura.

Los ejecutivos de los sellos discográficos anunciaron su "victoria" pero algunos artistas salieron a decir que están completamente en contra de este tipo de medidas. Uno de estos artistas fue Moby, quien aseguró que esto no tiene ningún sentido.

¿Así es como las compañías quieren protegerse? ¿Demandando madres por escuchar música? ¿Multándola con US$800 mil por canción? No lo sé, pero ‘ser temido en vez de respetable' no me parece una forma de negocio que vaya a elegir el usuario. ¿No sería mejor un modelo que ayude a los artistas a hacer buenos discos y le de a sus usuarios grandes producciones a precios razonables?

No puedo estar más a favor de lo que dice Moby, pero que la RIAA está haciendo dinero con este tipo de juicios no se puede negar, porque no todos terminan como el de Thomas-Rasset.

La mayoría hacen arreglos antes de llegar a los juicios y pagan, usualmente, unos US$3.500. Si consideramos que más de 30.000 personas fueron demandadas e hicieron estos arreglos los resultados son increíblemente elevados.

Finalmente, lo que dijo Moby fue conciso:

“La RIAA debe ser desmantelada".

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