Más allá de que me puedan gustar o no sus líricos berridos, creerse por encima de todo el mundo, no es la mejor actitud que puede tener alguien que vive del gusto de otra gente. En estos días, estando en Perú, Björk la ha cagado:

Primero: Lo típico del star system musical. Despreciar la buena acogida que puede dar una ciudad en la que vive gente que te admira. No les cataloguen de excéntricos, llámenles por su nombre: malcriados.

La cantante islandesa Björk permanecerá durante su estancia en Lima encerrada en su habitación junto a su hija Isadora y su esposo Matthew Barney, han informado hoy medios peruanos.

"Ni siquiera saldrá a comer porque ha venido con un staff de 30 personas, entre los que se encuentra su cocinero personal, quien preparará lo que la cantante le solicite", ha dicho el representante de prensa del concierto que Björk ofrecerá en Lima.

Segundo: Un fan disfruta viendo a su artista favorito. Ha pagado por ver un concierto, y no pasa nada porque lo grabe de manera amateur. Internet no debe ser considerado un enemigo, y si los fans suben esos vídeos a sitios como YouTube, es una excelente promoción.

La cantante islandesa Björk interrumpió su concierto del pasado martes por la noche en Lima para quejarse de que los espectadores grabaran la actuación con las cámaras de vídeo de sus teléfonos móviles. "¿Puedo pedirles un favor? Éste es un concierto en directo, no es un disco compacto de música" [...] Eso espetó (en inglés) una Björk visiblemente enfadada, en el único momento en que se dirigió al público.

Pero claro, el fan sigue siendo fan aunque le traten como basura. Y lo peor es que más de un artista lo sabe.

Enlaces: Björk no sale de su habitación de hotel durante su estancia en Lima | Björk interrumpe un concierto para regañar a los que grababan la actuación con el móvil

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