Sigo insistiendo, el panorama no es el mismo de finales de los 90. Los discos tal y como nos los siguen vendiendo en los últimos 15 años, no son un suficiente valor agregado que pueda hacer a los usuarios pagar precios de hasta 18 euros. Quizás Radiohead ha cambiado la industria musical: lo lógico es ofrecer canciones a un precio justo, y dar valor agregado -cajas especiales, posters, etc.- por el que los fans puedan pagar una mayor cantidad de dinero.
Pero la industria no se entrera, por muy mal que vayan las cosas:
En 2001, recuerdan en Promusicae, se vendieron en España 78,9 millones de CD, que en 2006 apenas llegaron a 40, lo que supuso una facturación que cayó hasta casi los 345 millones de euros (488 millones de dólares). Y la previsión para 2007 es un nuevo descenso en torno al 15 por ciento.
Lo que se necesita es un cambio en el modelo, porque el medio y el soporte ha comenzado a cambiar. Los carísimos CDs ya no pueden pagar las facturas y algunos artistas incluso han empezado a saltarse a los avariciosos intermediarios. Esa caída del 50% no es un dato que deba preocupar, sino uno que haga cambiar el chip a los grandes sellos.
Enlace: La venta de discos en España cayó más de la mitad en seis años