Les invito a sentirse sucios y probar Pedo Priest, un juego en el que debes entretener a policías y amenazar a padres, para que un cura mayor abuse de un niño. Si la policía te descubre, puedes escapar en helicóptero. Lástima que en la vida real, para las víctimas no sea un simple juego. Para la Iglesia Católica sí parece serlo.