Según estos impresos publicitarios de las licuadoras Arno, no es tan difícil. Si licuas a ejemplar George Washington con un alegre de la vida como Hugh Grant, tendrás a tu propio Bill Clinton.
Aunque lo cierto es que algunas fórmulas no son del todo afortunadas...
La campaña fue hecha por la oficina brasileña de la agencia Publicis. A mí me recuerda mucho a la publicidad que sacó Milenio Diario el año pasado.