Dice Salvador Leal refiriéndose al jefe de gobierno de la ciudad de México:
Decir que López Obrador es el menos malo de los políticos y que por eso hay que apoyarlo, habla mal de nosotros como sociedad organizada. O qué, ¿acaso no sabemos cómo decirle a nuestros políticos lo cansados que estamos de tanta parálisis e incompetencia?
Entonces, hablemos de Jaime Nebot y el "Partido Social Cristiano" (lo se lo se, toda una contradicción) de Ecuador. ¿Por qué se tiene que apoyar a un partido por ser el menos malo? -- ¿Por qué se apoya una marcha cívica en Guayaquil convocada por miembros de un partido político? (lo se, lo se, otra gran contradicción, el mismo Febres-Cordero lo ha dicho -- ¿Por qué resulta tan fácil manipular y tener a miles de personas en la calle convirtiéndose en simples instrumentos de propaganda política de un partido político que resulta ser la oposición y con una agenda ya planeada (no significa que apoye al presidente Gutierrez)? -- ¿Por qué, en general, los latinoamericanos no son más críticos con nuestros representantes políticos?
Dudas, dudas...