Ha iniciado una rara tendencia de medios de comunicación masivos tradicionales como la televisión o periódico a minimizar, criticar o descalificar nuevos y emergentes medios como el internet, los weblogs o los confidenciales.
Ignacio Escolar escribía hace unos días sobre las infortunadas declaraciones de Juan Luis Cebrián, consejero delegado del grupo PRISA (osea, El País pidiendo una regularización de la prensa digital (enlace de pago), obviamente presionado por la proliferación de medios libres en internet que se están comiendo a un modelo que de paso lento, pero contundente se está haciendo caduco.
Por otro lado Humberto Eco califica al internet como un medio que "genera una incomunicación a nivel global debido a que cada cual puede construirse su particular enciclopedia del saber, imposibilitando los referentes culturales comunes" cuando en realidad es justamente lo contrario (por ejemplo la Wikipedia). Fabrizio Benedetti escribió al respecto dándo en el clavo:
¿Es eso malo? No: fomenta el debate. Al final, sólo los mejores sobreviven. Es la Ley de Potencias de la que tanto se habla por estos lugares. Lo que pasa es que Eco, filósofo medieval, debe estar pensando todavía en Internet como en una biblioteca llena de libros polvorientos e iguales.
Ahora los conductores de cadenas de televisión estadounidenses atacan abiertamente a los bloggers a partir de descubrir la falsedad de los documentaos referentes al servicio militar de Bush que se mostraron en el programa 60 Minutes. Tom Brokaw de NBC dijo:
"What I think is highly inappropriate is what's going on across the Internet, a kind of political jihad. It is certainly an attempt to demonize CBS News, and it goes well beyond any factual information a lot of them has, the kind of demagoguery that is unleashed out there."
Desgraciadamente los medios tradicionales se están dando contra la pared. Mientras en el pasado podían decir lo que les de la gana sin necesidad de tener que disculparse o aceptar sus errores, en el presente hay una legión de personas, todas independientes y con un poder adquirido por medio del web para publicar y ponerlos en evidencia.
¿Ustedes creen que El País se hubiera disculpado públicamente en la primera página si todos los bloggers no hubieran destapado el tema de su pésima publicidad relacionada al 11 de Septiembre?