En un intento que en un inicio suena inteligente, Gabriel García Márquez hizo cambios al final de su última novela "Memoria de mis putas tristes" la cual ya se está vendiendo --en versión pirata-- en latinoamérica, según Caspa.tv iniciado en Colombia o Perú.

Así que de repente los piratas se quedaron con lo que básicamente sigue siendo una versión no final, o un borrador o como quieran llamarlo. Para García Márquez y su editor Braulio Peralta un golazo a la piratería, una forma de burlarlos y una pequeña victoria.

Pero hay un detalle: las copias piratas con otro capítulo final más que ser una obra no terminada son una versión alterna automáticamente convertida en un tesoro, en objetos de colección para los fans, algo así como un final alterno nunca mostrado de una película o una versión alternativa de una canción de un grupo muy famoso; un objeto que todos los fans quieren y un libro que se venderá como pan caliente y del cual ni García Márquez ni su casa editorial verán un centavo.

"El Gabo" como se lo llama coloquialmente se convirtió, sin querer, en un gran amigo de los piratas.