A diario, al regresar de trabajar, saco mi computadora de mi mochila y la dejo conectada, para seguir recibiendo emails, messengers, etc. Ayer no lo hice, me sentía mal y fui directo a la cama. Hoy cuando me levanté abri la computadora para revisar email y al bajar todos de golpe, me di cuenta aproximadamente el 70% de los emails recibidos eran spam, lo cual es un crecimiento increible, si hace 2 meses era menos del 40%.

Ya todos sabemos que el spam es contraproducente desde el punto de vista de productividad y ancho de banda, aún asi, y como lo explica este artículo en The Register, el problema de fondo es que el enviarlo ya no significa una estigma social, es decir: ya no hay culpa.

El mantener mi email lo más privado posible ya no parece funcionar. Cada día hay más gente vendiendo CDs con millones de emails en donde se encuentra el mio y en latinoamérica también veo esta tendencia (sobre todo recibo muchos emails vendiéndome estos CDs desde Argentina).

¿Dónde y cómo vamos a parar esto?

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: