El Apple Watch aún no ha cumplido un año en el mercado y aunque Apple no ha revelado cifras propias de ventas, los analistas independientes estiman en 12 millones de unidades las que han sido puestas en el mercado durante los últimos ocho meses de 2015. Este dato pone en relevancia la especial importancia de hacer compatibles nuestras aplicaciones de iPhone con el Apple Watch. Es de esperar que los usuarios que disponen del dinero suficiente para permitirse un iPhone y un Apple Watch, tengan más capital disponible preparado para comprar aplicaciones. Es un sector del mercado más maduro pero también exigente.
Nos hemos puesto en contacto con un desarrollador de aplicaciones para este dispositivo. Ignacio Acisclo, iOS developer en Autentia, empresa española enfocada en el soporte a desarrollo informático, creadora de apps como la de Air Europa para el Apple Watch, nos explica como es desarrollar para este dispositivo así como los problemas o posibles soluciones que le ve frente a la competencia.
¿Qué es lo primordial al crear una app de Apple Watch frente una de iPhone?
Lo primordial a la hora de empezar un desarrollo para el Apple Watch consiste en tener muy clara la idea y limarla hasta la máxima expresión de la simplicidad. No creo que una aplicación compleja triunfe para el Apple Watch ya que un usuario normal no va a interactuar con el reloj para hacer alguna acción que le lleve más de 30 segundos, en tal caso, siempre es preferible hacerlo desde el propio teléfono. Cuanta más pantalla, más comodidad. Nadie quiere leer su muro de Facebook en el Apple Watch, por eso es necesario que tu app para el Apple Watch sea simple, sencilla y muy enfocada a algo en concreto, por mencionar un caso, encender la calefacción con tu reloj sin sacar el teléfono del bolsillo.
Asimismo, la estética es igualmente importante. Actualmente las herramientas que ofrece Apple para la construcción de las apps no da mucha libertad al respecto, aunque seguramente esté motivado por la razón que he comentado antes, centrarse en algo muy específico. Aún así, se agradecería desde el punto de vista del desarrollador poder hacer interfaces más creativas.
¿Ves suficientemente madura la plataforma?
A día de hoy, casi un año después de su lanzamiento, creo que todavía no se ha dado con la clave. La mayoría de empresas que han sacado su app para el Apple Watch lo han hecho para anticiparse a desarrollos futuros, más como una herramienta de marketing que como un desarrollo con una buena arquitectura tras él. Creo que están por llegar “killer apps”, de esas que hacen vender smartwatches, pero el tiempo lo dirá. Quizás no han salido por las limitaciones del dispositivo actual y quién sabe, quizás en sus futuras generaciones se convierta en un imprescindible al igual que el smartphone, pero a día de hoy no es así.
Con una varita mágica, ¿qué mejorarías sobre el desarrollo de apps para el Apple Watch?
Si pudiera cambiar algo en el panorama del desarrollo sería la dependencia con el iPhone, aunque han avanzado mucho en la versión Watch OS 2.0, haciéndolo más independiente. Creo que para que triunfe debería ser un dispositivo completamente independiente y sin ataduras, con esto no quiero decir que funcionen uno con independencia del otro, eso sería un gran error porque juntos pueden ofrecer mucho más.
Bajo mi punto de vista es una de los mejores características que ofrece Apple, que ha creado un ecosistema que ofrece múltiples comodidades al usuario. Aún así también sería de agradecer más autonomía de cara a la descarga de una aplicación sin el iPhone, consultar los datos médicos desde el propio Apple Watch o que los desarrolladores pudiéramos crear nuestras propias esferas para aportar más personalización a nuestros relojes.
¿Cuáles son las claves diferenciadoras con Android Wear?
Esto siempre será un terreno gris, ambas tienen sus cosas buenas y malas, y depende demasiado que quien las juzgue. A mi parecer Apple siempre sabe dar más imagen de robustez y confianza que Android Wear, principalmente por la seguridad de sus dispositivos y plataformas, además de su nivel de innovación, en el que también suele estar un paso por delante. No obstante siempre habrá quien me lleve la contraria.