Autor: Luis Casal

El 31 de diciembre de 1999, cuando el reloj marcó las 00.00 horas, España mantuvo la respiración.

Bueno, quizás tú no, pero en el Ministerio de Industria estaban realmente preocupados. Hasta la CIA alertó del peligro.

Se avecinaba el llamado 'Efecto 2000' o bug del milenio, un extraño fenómeno que amenazaba con colapsar los sistemas informáticos tal y como se concebían. Todos los medios de comunicación se hicieron eco de la necesidad de actualizar los ordenadores para evitar poco menos que un apocalipsis digital, y la preocupación llegó al Gobierno de España.

¿Qué fue el 'Efecto 2000'?

Ilya Pavlov

Pero primero, qué era eso del 'Efecto 2000'. Para entenderlo hay que remontarse a los primeros sistemas informáticos, allá por los años 60. Por aquel entonces el almacenamiento de los ordenadores era muy limitado —y caro—, por lo que cualquier truquillo de programación podría ahorrar al fabricante mucho dinero.

Y uno de esos trucos, quizá el más extendido, era el de comprimir las fechas. Así, se utilizaba la fórmula dd/mm/aa (2 caracteres para el día, 2 para el mes y 2 para el año) en lugar de dd/mm/aaaa (2/2/4), ahorrando un par de dígitos al sistema a cambio de interpretar que el ordenador nunca pasaría del siglo XX.

Dicho en román paladino: a las 00.00 horas del 31 de diciembre los PC no pasarían al 1 de enero del año 2000, sino del 1900. Un lío.

Porque eso de que los ordenadores retrocedan 100 años en el tiempo no es cosa buena. La amenaza, según relataban los medios de la época, afectaría a cajeros automáticos, aviones, electrodomésticos e incluso sistemas informáticos institucionales, además de los PC caseros.

El cambio de fecha coincidía además con la transición a la moneda única europea, el euro, nacido justo un año antes, por lo que actualizar los equipos se volvía doblemente indispensable.

¿Cuánto se gastó el Gobierno?

El Gobierno, presidido en aquella época por José María Aznar (PP), fundó en 1998 la Coordinación General del Efecto 2000, una subdelegación del Ministerio de Industria encargada de adaptar los software informáticos de la administración pública e incluso de algunas empresas privadas.

El Estado español se gastó la friolera de 420 millones de euros en actualizaciones; otros, como Estados Unidos, más de 93.000 millones. A nivel mundial, el gasto total alcanzó los 214.634 millones de euros de la época. No obstante, la inversión excedió —por mucho— los posibles daños que hubiera ocasionado el bug.

No tardaron en darse cuenta de su error. Desde que el 1 de enero llegó a Nueva Zelanda, primer país industrializado en amanecer con el nuevo milenio, comenzaron los reportes de que reinaba la más absoluta paz informática. El resto le siguieron: luz verde en el Centro Internacional de Cooperación por el Efecto 2000.

Los ascensores seguían funcionando, los electrodomésticos no se habían alzado contra sus amos y los misiles nucleares seguían en sus sitios. El apocalipsis, 200.000 millones de euros después, no había sucedido.

¿Fue real la amenaza?

Lo cierto es que, al margen de las teorías de la conspiración y los chistes al respecto, el bug del milenio no fue un mito creado por los consultores informáticos.

Así lo asegura el experto en ciberseguridad y profesor de Tecnología de la Información en Gresham College (Londres) Martyn Thomas, autor de un famoso manifiesto del diario The Guardian defendiendo que la crisis fue real. En una famosa charla de su universidad, Thomas explicó los cinco problemas relativos al bug:

- Usar sólo dos dígitos para los años, una solución adoptada en los 60 para ahorrar espacio de almacenamiento y no tener que generar tarjetas de programación demasiado grandes.
- Relojes de tiempo real en PCs y software para PCs que no podían pasar correctamente de 1999 a 2000.
- Relojes de tiempo real en PLCs (Controladores Programables Lógicos), utilizados en los sectores industriales hasta la década de los 80.
- El año 2000 era bisiesto, y muchos programadores lo ignoraron.
- Uso de fechas especiales, sobre todo 99 y 00, como trucos de programación para indicar el primer y último dato registrado en un archivo.

Y lo cierto es que ya había habido errores similares en el pasado. Es el caso de Mary Bandar, una mujer nacida en 1888 que, a la edad de 104 años (1992), recibió una citación para el jardín de infancia debido a que, según el sistema informático, había nacido en 1988, por lo que tenía sólo 4 años. Problemas de este tipo se sucedieron con el paso de los años, pero nunca ocurrió nada realmente grave.

[atribucion-bi url=https://www.businessinsider.es/hace-20-anos-efecto-2000-casi-provoca-crisis-global-preparo-espana-555765]

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: