¿Podrá Apple estandarizar la domótica con HomeKit?

En las últimas semanas se está hablando de Telegram como una alternativa real (esta vez va en serio) a WhatsApp como rey de las aplicaciones de mensajería instantánea. Personalmente, considero que Telegram tiene todos los ingredientes para, como mínimo, intentarlo: multiplataforma y open-source para que cualquiera pueda crear clientes a donde las versiones oficiales no lleguen, un funcionamiento fluido, una interfaz agradable, y el hecho de ser gratuita (aunque esto me pese, al grueso de usuarios ya sabemos que le fastidia pasar por caja. Así que antes de gritar corriendo en círculos que WhatsApp debe ser reemplazado por Telegram, quizás sea momento de detenerse y repasar las claves de Telegram.

  • Es gratis, y lo seguirá siendo por capricho de su millonario creador. Y si algún día decide no seguir pagando, abrirá un sistema de donaciones o de micropagos por contenido no esencial, al estilo de los stickers de LINE. El truco está en que sus creadores, los hermanos Pavel y Nikolai Durov, se dividen el trabajo. Pavel da las directrices... y el dinero. Nikolai se encarga de la parte tecnológica. Pavel, de 29 años, es famoso por ser el CEO de VKontakte, una popular red social rusa. Por eso, y porque en 2012 se dedicó a lanzar billetes de 5.000 rublos (105 euros, 143 dólares al cambio) en forma de aviones de papel desde la ventana de su oficina en San Petersburgo. True story:
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  • Al ser de código abierto es totalmente transparente. Cualquiera puede consultar su código fuente, su API o su protocolo para asegurarse de que no hay nada que ponga en peligro los datos de los usuarios o que oculta intereses comerciales (en Telegram sacan pecho de no tener ánimo de lucro). En su FAQ también dan un mensaje tranquilizador:

Q: ¿Va a tener anuncios? ¿O vender mis datos? ¿O robarme a mi esposa y esclavizar a mis hijos? No.

  • Ser de código abierto también garantiza que será multiplataforma. De hecho, ya lo es. Las aplicaciones oficiales para iOS y Android ya están disponibles, pero también hay clientes para OS X, Windows, Windows Phone y una versión web. También se habla de una versión para iPad (la actual es una 2x de iPhone) y de la llegada de una oficial a Windows Phone en febrero.
  • Grupos secretos, mensajes autodestructibles. Perfecto para asegurarnos que las conversaciones delicadas (para datos confidenciales o bancarios quizá sea mejor buscar una vía de la que tengamos completa seguridad) serán borradas de forma permanentemente al poco de ser leídas. En mi círculo, esto ya se conoce como los "grupos antidivorcio". Los grupos secretos almacenan los mensajes (temporalmente si son autodestructibles) en el dispositivo, pero no en la nube. Por eso al pasar al ordenador o a otro terminal no los veremos. Tampoco dejan huellas en sus servidores.

  • Su política de privacidad es breve y férrea. Básicamente, dejan claro que los mensajes están cifrados y que si desactivamos nuestra cuenta, todo nuestro historial en la nube y resto de datos que hayamos dejado serán eliminados de forma permanente.

  • Están extremadamente convencidos de su seguridad. Por un lado, con una explicación técnica para usuarios de este perfil. Por otro lado, con una recompensa de 200.000 dólares para quien logre superar su concurso de acceso a conversaciones privadas, que a nivel psicológico deja en los usuarios la sensación de que se puede confiar en esta aplicación. Por supuesto, con prudencia, pero... ya luce bastante mejor que WhatsApp.

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