El robo de smartphones o dispositivos inteligentes es una tendencia que se ha mantenido latente y a la alza en la Argentina, con la llegada al mercado de terminales cada vez más potentes y costosos, pertenecientes al segmento de gama alta principalmente, como los últimos modelos de iPhone o Galaxy S, la práctica del hurto de esta clase de teléfonos parece que va volviendo una situación lamentablemente común. Hace unas semanas compartíamos un estudio que proyectaba cifras cercanas 4.800 unidades diarias, ahora, las nuevas cifras denotan algo más todavía peor, con rangos que van sobre los 6.000 aparatos robados al día.
Según un informe de la Cámara de Agentes de Telecomunicaciones Móviles de Argentina (Catema), reportado por el diario La Nación en el país se roban cerca de 6.000 teléfonos por día, sin embargo, contrario a lo que se podría pensar, el hurto de estos dispositivos no se realiza entre usuarios, sino directamente en los locales comerciales que los venden. En palabras de Hugo Rolón, presidente de la Catema, el robo de smartphones se ha convertido en un punto crítico para el comercio de este sector:
El valor estimado del negocio que deriva del robo de celulares es de aproximadamente unos $ 30.000.000 mensuales. En algunos locales de Moreno y San Nicolás los delincuentes han realizado boquetes para llegar a los depósitos, como si fuera un banco.
Según indica el diario, los modelos más buscados en esta clase de robos son el Samsung Galaxy F5, el Nokia Lumia 1020, el BlackBerry Z10 y el Sony Xperia Z 1, todos modelos de gama alta por encima de los 8 mil pesos. De ese modo la desesperación de los comerciantes ha llegado a tal grado que ahora la adquisición de terminales de gama alta se hace exclusiva bajo previo pedido del comprador.
El robo de smartphones no parece que vaya disminuir por lo pronto, aunque resulta interesante conocer esta arista de un fenómeno donde se pensaría que los principales afectados serían los usuarios.