Hoy hemos podido probar de nuevo el Galaxy Note 4 tras haberle puesto las manos encima tras su presentación en IFA 2014. Esta vez con tranquilidad, durante más tiempo y sin el agobio de una feria tecnológica donde hay mucho que cubrir y muchas personas tratando de conseguir uno en su mano. Hemos podido ver de cerca su pantalla, su diseño, algo más a fondo de su software y cómo queda en un contexto de guerra abierta por el puesto de mejor smartphone de 2014.
Si por algo conquista en la primera impresión es por su pantalla 1440p, y esta sí es buena: la calidad no se mide únicamente por la resolución (sí, te estoy mirando a ti, LG G3. Con el Note 3 hace un año, Samsung dio un salto enorme de calidad respecto al panel visto en el S4. Con el S5 se mantuvo esta tendencia, y con la Tab S, Samsung consolidó una idea: las pantallas deben ser excelentes, ya no vale con hacerlas mediocres. El Note 4 refuerza este espíritu. Ese vicio histórico de las Super AMOLED a azulear a la más mínima rotación ya no está, y los ángulos de visión mantienen el color hasta los 175º aproximadamente. Repite la jugada del S5: el brillo máximo en modo manual tiene un tope que no es el mismo que cuando le entra luz solar directa en su sensor y está configurado el brillo automático. Ahí gana nits extra, lo hemos podido comprobar pegando un flash al sensor de luz.
El diseño no es algo espectacular si miramos algunos rivales en el mercado. HTC One M8, iPhone 6 o Moto X 2014 son algunos ejemplos de lo bien que lo está haciendo la competencia ahí, con o sin aluminio. En cambio sí es de lo mejor que hay en el portfolio de Samsung. Igual que el Alpha, construye sus bordes con aluminio anodizado. El resto es más de lo mismo respecto a lo visto hasta ahora. Con una salvedad. En IFA 2013, cuando conocimos al Note 3, la trasera era de policarbonato rígido, daba una sensación bastante particular. Y no era buena. Los modelos que llegaron al mercado tenían un acabado algo distinto, más blando, mejor. Este Galaxy Note 4 es como el primer modelo del Note 3: policarbonato bastante rígido y poco amigable en la mano.
Pasamos a TouchWiz. Como pasaba con anteriores Note, TouchWiz en el Note 4 está totalmente desarrollado para aprovechar el S Pen. Algunas funciones son bastante útiles en algún momento determinado, como la que permite hacer fotos a notas apuntadas en cualquier formato, pero en general TouchWiz sigue pecando de lo mismo: poco gusto por el diseño y saturación de funciones.
El Note 4 tiene bastante hecho para convertirse en el mejor Android de 2014. Tiene una pantalla excelente, rendimiento y potencia de sobra, la batería promete ser mejor (a falta del análisis) que la del Note 3 y además incluyendo la carga rápida, del 50 % en media hora; una cámara que lo poco que la he podido probar demuestra estar a la altura de sobra, y con una resolución que permite recortes sin pérdida de calidad a un nivel más que aceptable. Además, tiene los añadidos de S Health y el sensor de pulso para los deportistas. ¿Lo malo? Para los más puristas, parte del diseño, que ha mejorado pero sigue un peldaño por debajo de varios competidores en su gama. Y por supuesto, el diseño de TouchWiz.