Cómo añadir conectividad USB 3.0 a tu viejo ordenador

El USB 3.0, como con casi todo lo que se desconoce, tiene el defecto de que no la gente no suele saber lo mucho que lo necesita en su vida hasta que ya es parte de ella. Es por eso que si no tienes puertos USB 3.0 en tu ordenador probablemente no sentirás ningún deseo de hacer la transición, mientras que los que ya los disfrutan no se pueden imaginar volviendo al corriente USB 2.0.

Pero también existe otro grupo, aquellos que han probado el USB 3.0 pero aún no lo tienen en sus ordenadores caseros por una u otra razón. Sabemos que puede ser todo un tormento, y también sabemos que en la mayor parte de los casos no merece la pena gastar dinero en un ordenador nuevo solamente por un par de puertos más rápidos.

La cosa podría ser peor aún si te has hecho con un ordenador relativamente nuevo pero de bajo costo, que usa una placa que no implementa los puertos con el nuevo estándar. Pero tranquilo, sea cual sea tu caso, nos disponemos a poner fin de una vez por todas a la ausencia de puertos USB 3.0 (por lo menos en los PC de escritorio).

Mediante tarjetas de expansión

Cómo añadir conectividad USB 3.0 a tu viejo ordenador

En el caso de los ordenadores más viejos nos vamos a encontrar con el problema de que las tarjetas madre no cuentan con lo necesario para hacer funcionar de manera dedicada los puertos USB 3.0. Algunas tarjetas de expansión también cuentan con el puerto de 19 pines Tranquilo, eso no quiere decir que sea imposible adaptar los mentados puertos.

Para estos menesteres hay disponibles tarjetas de expansión con puertos que se pueden adquirir por unos 10 euros o 20 dólares en Amazon. Claro, en este caso tendrás que tener disponible al menos un puerto PCI-E en tu tarjeta madre, lo que puede ser un pequeño contratiempo.

Antes de elegir una tarjeta de expansión PCI-E con puertos USB 3.0 debes tener en cuenta que siempre, pero siempre, debe tratarse de una con sistema de alimentación eléctrica externo (no mediante el propio puerto PCI-E). La razón de esto último es que el puerto PCI no puede suplir suficiente energía para las necesidades de los puertos, por lo que hará falta un puerto de alimentación externo, preferiblemente de tipo molex de 4 pines, como los de los ejemplos que hemos puesto en los enlaces con el precio.

Lo demás es simplemente ensamblar y conectar todo. No hace falta que seas ingeniero para hacer el trabajo, basta con conectar la tarjeta al puerto PCI-E de tu tarjeta madre, conectar el cable de alimentación al puerto molex, encender tu ordenador y ya todo debería funcionar suave como la seda. En caso de que lo ultimo no suceda, puede que necesites instalar los drivers del fabricante que pueden venir en un CD en la caja o requerirán ser descargados desde la web.

Tarjetas madres con capacidad USB 3.0

Cómo añadir conectividad USB 3.0 a tu viejo ordenador

Hay algunas tarjetas madres que pese a contar con todo lo necesario para usar puertos USB 3.0 no los traen de serie. En algunos otros casos, puede que tu tarjeta madre solo tenga un par de puertos USB 3.0 y estén en la parte de atrás, cosas que podrías querer arreglar añadiendo algunos puertos al frente del cajón.

En este caso nos vamos a valer de una base que cuenta con un puñado de puertos (10 euros o 10 dólares). Si no quieres tener que conectar demasiadas cosas elije una base con pocos puertos Estas bases funcionan conectándose a un cabezal de 19 pines que está dispuesto en todas las tarjetas madres con capacidades USB 3.0 (si no lo ves por ningún lado, tendrás que recurrir a PCI-E). En el caso de algunas bases también hará falta alimentación externa mediante molex de 4 pines, especialmente en aquellas con muchos puertos.

Nuevamente las cosas no son demasiado complicadas aquí, simplemente debemos encontrar el lugar en que encajar la base en el frente de nuestro cajón, y luego conectar el cable de 19 pines al cabezal azul dispuesto en la placa madre. De ser necesario conectamos el cable de alimentación. Algunas de estas bases también pueden tener puertos SATA o de otro tipo dependiendo de su complejidad y de las opciones de expansión.

De nuevo, basta con encender tu ordenador para que todo esté funcionando, y en caso de que algo no vaya como debería, siempre puedes echar un ojo a los drivers en la web del fabricante del hardware por el que te decantaste.

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