Desde que hace dos años, el 14 de Octubre de 2011 con el iPhone 4S, Apple presentase al mundo el que iba a ser su apuesta para llevar a los terminales de la compañía un asistente virtual vía voz, Siri, y a pesar de la mejoras introducidas en las sucesivas revisiones del sistema operativo de Apple, y llevadas a su máxima expresión con iOS 7, muchos siguen cuestionando que esta característica de iOS es algo más efectista que útil. Pero, ¿es realmente así? ¿Sigue siendo Siri tan útil como nos prometieron?
Siri es el primer paso de la nueva interacción con los dispositivos
La respuesta a la pregunta anterior no la tenemos que buscar, en opinión del que suscribe estas líneas, en los usos que nosotros, cada uno de los usuarios, podamos darle un momento puntual, si no en el concepto de su tecnología como conjunto. Si bien es cierto que una tecnología puede medirse por la utilidad que aporta a sus usuarios, no puede juzgarse de ningún modo, sin una base de uso sólida que pueda justificar su utilidad.
En otras palabras, la utilidad de una tecnología puede medirse en lo que aporta al conjunto del resto de tecnologías que la soportan. En este sentido, no hay duda que Siri ha llevado a los dispositivo iOS la capacidad y operatividad de la que hasta entonces no gozaba ningún sistema de reconocimiento de voz, y por extensión, ningún sistema de control por voz o asistente virtual. La posibilidad de poder entablar una conversación natural con un dispositivo electrónico que hace uso de múltiples fuentes para darte respuesta en ese mismo lenguaje virtual, y que además suponga un valor añadido, es increíble. No solo calcula y responde en consecuencia, si no que aprende y utiliza ese aprendizaje para dar respuesta al resto de los usuarios de servicio.
Dejando de lado los comportamientos sociales que pueden ver con malos ojos eso de hablar a un teléfono, Siri, y el resto de asistentes que se basan en su concepto, han aportado la posibilidad de que nuestros teléfonos sean realmente inteligentes, que aprendan de nosotros, y que su aprendizaje influya e impacte en nuestra forma de inteactuar con el dispositivo.
Pero es el principio del camino. Puede que simple vista, muchos usuarios no vean la utilidad a mandar un par de tweets o algún que otro mensaje sin tocar el dispositivo y sigan considerando a Siri como una feature del primer día de uso. Pero lo ha cambiado todo, las últimas estadísticas apuntan a que casi el 65% de los usuarios de los países en los que el servicio está en su lengua materna, utilizan Siri de forma regular -a pesar de que son datos de cuando era un servicio muy prematuro- y curiosamente, la mayoría de sus interacciones con el asistente tienen que ver con su organización diaria: recordatorios, eventos en el calendario, o colocar la alarma.
La mayoría de los usuarios están satisfechos con su uso
Pueden parecer tareas muy sencillas, pero si lo observamos desde otro punto de vista, vemos que los usuarios están utilizando Siri para organizarse su día a día, integrando totalmente el servicio en su workflow en apenas dos años, cosa que pocas tecnologías, y tan personales, han conseguido.
Decía que es el principio del camino porque para algunas tareas sus errores son mayores que sus logros. Dependencia constante de la red, incluso para tareas en local, acaban estropeando la experiencia de usuario y frustrando al que usa el servicio. Pero son puntos fácilmente salvables y propios de una tecnología en construcción, un tecnología que sin duda ha sentado las bases del futuro a la hora de interactuar con nuestros dispositivos.
Por tanto, no queda mas remedio que contestar con un rotundo Sí a la pregunta que titula este post. Os invito, a todos los usuarios que no hayan visto la utilidad de Siri, dar al servicio una nueva oportunidad y un mayor empeño en su uso, porque una vez que comprobéis el tiempo tan valioso que puede ahorraros en vuestro día a día, no querréis usar otra cosa, y pensaréis como habéis estado todo este tiempo infrautilizando este servicio.