xCloud es un servicio de sincronización de archivos con un enfoque muy similar al de Dropbox, aunque hay algunos aspectos importantes en los que se diferencia. El primero, que podemos sincronizar archivos en nuestra red local o red WiFi para evitar tener que subirlos a Internet. Las ventajas de esto están claras: Por una parte nos aseguramos que nuestros archivos no estarán disponibles para nadie más porque no estarán en la nube, y por otra, que la velocidad de sincronización de archivos será mucho mayor, exprimiendo al máximo la velocidad de nuestros elementos de red y no teniendo en cuenta la conexión a Internet.
Para empezar, debemos seleccionar una carpeta a sincronizar, la cual estará disponible en todos los dispositivos que conectemos. Los pasos a seguir para configurar el cliente Windows son sólo dos:
Seleccionar las diferentes carpetas compartidas para la sincronización de archivos Introducir nuestras datos de xCloud
Por supuesto, necesitamos una cuenta, aunque podemos crearla desde el propio asistente de configuración y no toma muchos minutos. Necesitaremos confirmar la cuenta mediante correo electrónico, eso si.
Si no tenemos ideas de que sincronizar, xCloud nos da algunas, ya que por defecto tenemos disponibles los subdirectorios Archivos, Música, Fotografías y Vídeos en la carpeta principal, aunque antes de empezar seguramente sea interesante activar el WiFi Direct-Link, una opción disponible en el menú contextual de la bandeja del sistema que nos permite alcanzar velocidades vertiginosas sincronizando, como decíamos, mediante la red local WiFi. Por supuesto, habrá que hacerlo también en los dispositivos móviles.
La aplicación, una de las más interesantes que ha surgido últimamente en el mundo de la sincronización de archivos, está tanto disponible para escritorio en Windows y Mac como en dispositivos móviles iOS y Android. Todos ellos podéis encontrarlos, además de encontrarlos en las respectivas tiendas de aplicaciones, podéis descargarlos a través de la página oficial de xCloud.