Surface RT

Surface RT está disponible en España (y otros 12 mercados adicionales) desde hace poco más de una semana. Sin embargo, su lanzamiento oficial se produjo hace más de cuatro meses, por lo que no se trata de un producto estrictamente nuevo. Sus capacidades, virtudes y problemas ya han sido explicados, reseñados y debatidos, así que vamos a tratar de hacer algo un poco diferente en este análisis de Surface RT. Microsoft asegura que es la mejor fusión entre tableta y ultrabook, gracias a sus características. Pero lo cierto es que se queda bastante corta en ambos casos.

Sus especificaciones técnicas se conocen desde hace meses, pero conviene recordarlas: procesador quad-core NVIDIA Tegra 3, 2 GB de RAM y 32 o 64 GB de almacenamiento interno (aunque, como veremos, la cifra efectiva es mucho menor). No está mal, especialmente si se tiene en cuenta el precio, pero tampoco se traduce en un rendimiento espectacular. Aunque en todo el tiempo de prueba no tuvimos muchos problemas, la sensación era de que Surface RT 'sufría' con sus tareas.

Un ejemplo de esto es la velocidad al escribir en Word. No había un lag notorio, pero la respuesta no parecía la que se da en un ordenador de sobremesa normal y corriente y daba la impresión de que las letras tardaban un instante en aparecer en pantalla. Puede que fuese sólo una imaginación, pero si es así se trató de una colectiva, ya que todos los que lo probamos notamos algo raro. De todos modos, en otras aplicaciones, si bien no se trata de un bólido, responde.

En cuanto a la capacidad de almacenamiento, como decíamos, es ficticia. Esto es común, ningún dispositivo tiene los GB de almacenamiento que anuncia, ya que el sistema operativo y los programas preinstalados ocupan espacio, como es lógico. No obstante, cuando la cifra disponible se reduce a más de la mitad (14 GB), empieza a ser preocupante. Afortunadamente, cuenta con los 7 GB de SkyDrive para ayudar a paliar en parte esta carencia.

La pantalla de 10,1 pulgadas con tecnología Clear Type HD y resolución de 1366x768 es uno de los mejores aspectos de Surface (tanto RT como Pro, pues es la misma en ambos casos). Su resolución es muy buena y se ve con bastante claridad en condiciones de mucha luz, lo que es de agradecer (aunque al no haber versión 3G, tampoco debería salir mucho a la calle). Lo que no se verá con calidad en ningún caso serán las imágenes tomadas con cualquiera de las dos cámaras (frontal y trasera), que sirven para poco más que realizar videollamadas.

Touch Cover y Type Cover

La principal ventaja de Surface RT es la posibilidad de suplir a un ordenador portátil, pero con más batería, al menos según Microsoft. Independientemente de cómo desempeña esta tarea, si lo consigue es gracias a sus teclados, que también funcionan como protector de pantalla: Touch Cover y Type Cover.

Estos teclados no son precisamente baratos (119 y 129 euros, respectivamente), pero todo el que se haga con una de las tabletas de Microsoft debería considerar seriamente su compra. Eso sí, tiene que tener muy claro cuáles son sus características, ya que hay mucha diferencia entre ambos.

Surface RT: Touch Cover

Touch Cover es la opción más económica (además, se puede conseguir una rebaja de 20 euros si se adquiere junto a Surface RT), pero también la más incómoda. Hay que reconocer que el diseño está muy conseguido, pues es extremadamente delgada (tan solo 3 milímetros), pero sin que esto repercuta en la precisión. El problema es que la ausencia de una respuesta física, más allá de un pequeño sonido, hace casi imposible escribir.

Sin duda, es posible mejorar la velocidad de escritura y reducir los errores si se practica durante un tiempo, pero la curva de aprendizaje es bastante elevada y llega a resultar muy frustrante usar Touch Cover para teclear hasta el texto más sencillo.

Lo curioso es que el problema no es que se pulse la tecla errónea, sino que en muchos casos no se produce esta pulsación. La separación entre caracteres es muy grande, así que es muy común no acertar en una letra, sino en el espacio que hay entre dos. Sin embargo, como el tacto es exactamente el mismo, no lo notaremos. Al menos la experiencia resulta curiosa, pues en ningún momento se tiene la sensación de que se está utilizando un teclado y tiene otras ventajas, como que es resistente a las salpicaduras. Y, repito, con tiempo y uso desaparecerán todos estos problemas. Pero la mayoría de los usuarios no estarán dispuestos a perderlo.

Surface RT con fundaType Cover es la otra cara de la moneda. El tamaño del teclado en sí es prácticamente idéntico al de Wedge, aunque las teclas son ligeramente más grandes. También resultan sorprendentes la delgadez (5,8 milímetros) y, sobre todo, la ligereza (217 gramos; únicamente 9 más que Touch Cover) de este periférico, pues, al fin y al cabo, alberga un teclado mecánico.

Su respuesta es perfecta y, además, incluye acceso directo a varias funciones de Windows 8, por lo que será menos común tener que usar el trackpad o la pantalla de Surface RT (Touch Cover también, pero para ello renuncia a las teclas F). El gran tamaño de las teclas hace que se haya tenido que reducir la separación entre las mismas, pero esto, sorprendentemente, no da lugar a muchos errores.

La única pega que se le puede poner a este dispositivo es que sus flechas direccionales están demasiado juntas, especialmente la superior y la inferior. Esto parece ser una tendencia destinada a ahorrar espacio, pero resulta bastante incómodo, sobre todo si se usan con frecuencia.

Surface RT: Type Cover

Además, tanto Touch Cover como Type Cover cuentan con un trackpad capaz de reconocer gestos multitáctiles (aunque, aparentemente, sólo algunos) y un acelerómetro que desactiva el teclado cuando detecta que éste no va a ser utilizado (según su inclinación). De este modo, se evita que se pulsen las teclas cuando se sujeta la tableta en modo 'revista doblada', es decir, con el protector de pantalla en la parte trasera del terminal.

Otro de los aspectos destacables de ambos periféricos es su sistema de acoplamiento mediante imanes. Microsoft aseguró en el evento de llegada de Surface RT a España que trabajaron hasta en el sonido que debe hacer. Y puede que sea cierto, pues es verdad que es muy cómodo y resistente, pero sencillo de retirar. Pero lo mejor de todo es que en Redmond comiencen a cuidar estos detalles.

Windows RT: ¿Qué supone?

Surface RT utiliza la versión reducida del nuevo sistema operativo de Microsoft. Esto tiene ventajas, como la duración de la batería, pero también inconvenientes (principalmente, que pierde lo bueno del ecosistema Windows). Así pues, quienes se planteen la opción de comprar esta tableta para trabajar deben tener muy en cuenta que no podrán instalar aplicaciones si no es a través de la tienda de la plataforma.

Es cierto que cada vez hay más programas disponibles y que este crecimiento es muy veloz, pero todavía está muy por detrás de lo que pueden ofrecer iOS y Android, tanto en términos de cantidad como (y esto es todavía más importante) de calidad. De nada sirve que haya una aplicación de Chrome si ésta no está optimizada para Windows 8.

Surface RT: Windows RT

Tampoco deben olvidar que no estamos hablando realmente de un dispositivo multitarea, pues ésta se limita a dos aplicaciones. Y para hacerlo hay que dividir la pantalla (una de las funciones del Modern UI de Windows 8). Si no, minimizar la pantalla cuando se ve un vídeo de YouTube, por ejemplo, 'congela' la ventana, lo que detiene la reproducción. En la interfaz clásica sí se pueden realizar diversas tareas al mismo tiempo, pero está limitada a las aplicaciones que viene preinstaladas (la suite Office e Internet Explorer, básicamente).

A cambio, se puede utilizar el sistema operativo en dispositivos con procesadores ARM, lo que aumenta considerablemente la vida de la batería. Con un uso moderado, aguanta 10 horas sin mucho problema; es decir, más que una jornada de trabajo. En este sentido sí está bastante por encima de la gran mayoría de portátiles y ultrabooks del mercado.

¿Es la tableta que necesito?

Probablemente no. Pero veamos por qué.

Partamos de la base de que hay dos usuarios de tableta: los usuarios normales y quienes quieren hacer un uso más profesional de su terminal (y no lo decimos nosotros, lo dice Intel, que también incluye los usos profesionales específicos, aunque los ignoraremos en esta reseña). Los primeros buscan principalmente movilidad, sencillez de uso y, sobre todo, aplicaciones. Mientras, los segundos quieren un equipo que pueda hacer las veces de un portátil, pero con una mayor duración de batería y movilidad. Y el problema de Surface RT es que se queda a medio camino entre ambos.

Seamos justos: no es una mala tableta. Es algo voluminosa para lo que estamos acostumbrados y tiene una preocupante escasez de aplicaciones, pero cumple. Lo que ocurre es que en este mercado no vale con eso. Tanto Apple como diversos fabricantes de dispositivos Android tienen alternativas muy interesantes y a precios similares o directamente inferiores.

Sin embargo, si el usuario quiere algo con lo que sea capaz de conseguir una productividad mayor, Surface RT se queda corta. Tiene ventajas muy grandes respecto a otras tabletas, eso es innegable (el puerto USB, sin ir más lejos), pero no puede competir con la mayoría de ultrabooks en lo que a prestaciones se refiere. Además, es muy cómodo escribir con ella cuando está apoyada sobre una superficie, pero es casi imposible hacerlo sobre las piernas. Obviamente, esto es algo muy puntual, pero un ordenador portátil debería ser todoterreno en este sentido.

Surface RT

Por otro lado, tampoco se puede decir que el precio sea un factor por el que se pueda colocar por encima de estos dispositivos, ya que junto a un Type Cover costará entre 600 y 700 euros, una cantidad por la que ya es posible encontrar ultrabooks más que respetables.

Así pues, se trata de un dispositivo que viene a ocupar un nicho de mercado con poca oferta (lo que podría ser muy bueno), pero en el que tampoco está muy claro que haya mucha demanda. Por ahora no está del todo claro si el lugar de las tabletas en el sector profesional debe ser el de sustituir a los ordenadores o si tendrán otro uso. Surface RT va en este camino

A pesar de ello, probablemente el mayor rival de Surface RT sea precisamente Surface Pro. La versión más completa de la tableta de Microsoft todavía no está en España, pero llegará tarde o temprano. Por lo tanto, tal vez sea una buena idea esperar y ver si merece la pena adquirir un híbrido entre tableta y PC (no contamos convertibles y otro tipo de equipos Windows 8 con teclado extraíble, aunque la separación cada vez es menor).

Conclusión

Surface RT ha llegado tarde, pero sin que se sepa con seguridad si tiene sitio en el mercado. No es un mal dispositivo, pero no está claro para qué sirve. No es una tableta y no puede competir con éstas por su peso, tamaño y tienda de aplicación. No obstante, tampoco es un ordenador portátil ni un ultrabook, ni puede competir con ellos (por prestaciones y rendimiento). En lugar de ello, es un híbrido del que pronto habrá una versión más potente (aunque también será más cara y más voluminosa).

6/10

Lo que sí hay que reconocer es que Microsoft parece haber tomado un buen camino. El diseño es muy bueno, con detalles interesantes, y hay que elogiar que no hayan decidido lanzar simplemente un clon del iPad. Lo malo es que la ejecución de esta idea no ha sido la mejor. Tal vez Surface Pro corrija estos fallos, aunque para ello se tenga que acercar aún más a los convertibles y abandonar la idea de ser un dispositivo único.

En cualquier caso, es posible que en algunos casos este terminal sea justo lo que se busca. Una especie de tableta con la que es posible hacer algo más, pero, paradójicamente, a costa de renunciar a mucho de lo que se puede hacer con una tableta con otro sistema operativo. Pero incluso cuando esto ocurra tampoco encontraremos un rendimiento ni un ecosistema que hagan que la compra sea obligada.

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: