vehículos de levitación magnética

Investigadores japoneses de la Aoyama Gakuin University, en Kanagawa han desarrollado un sistema de propulsión de elementos magnéticos mediante la luz. Concretamente han conseguido mover un disco de grafito de 3mm de diámetro sin ningún contacto externo. Esto podría llevar a un futuro con vehículos de levitación magnética impulsados por luz.

Según cuentan, lo más importante de esta hazaña es que por primera vez se ha conseguido desarrollar un técnica que permite el control en tiempo real de un disco hecho de material diamagnético que levita magnéticamente y que se hace, además, sin ningún tipo de contacto. Por ello y gracias a la simpleza de la técnica los científicos esperan que el principio se pueda adaptar a distintos campos de la vida diaria, lo que podría llevar a adaptarlo a algún vehículo de levitación magnética.

Para entender como funciona esto primero hay que explicar que la levitación magnética ocurre porque un objeto tiene diamagnetismo, que es el hecho de repeler campos magnéticos. Aunque todos los materiales tienen algo de diamagnetismo, la levitación de un cuerpo solo ocurre cuando estas propiedades son mayores que las que hacen atraer a los campos magnéticos. Además de sobreponerse a las propiedades que atraen los campos magnéticos, para levitar este material también ha de sobreponerse a la gravedad.

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Una vez tenemos el material levitando podemos controlar su altura de levitación mediante dos formas. O cambiamos el campo magnético aplicado o cambiamos las propiedades diamagnéticas del material. La novedad está en que por primera vez se han conseguido cambiar las propiedades del material con un estímulo externo, en este caso la luz, o concretamente, mediante el calor que genera esa luz. Cuando mediante la luz se cambia la temperatura del disco este cambia su altura. Si la temperatura incrementa, su altura desciende. Si dirigimos el láser a un punto del disco hacemos que la temperatura solo cambie en una zona. Este cambio de temperatura en una parte del disco hace que su grado de levitación cambie y con ello la distribución magnética, con lo que se pierde el equilibrio y el disco se mueve en la misma dirección que el láser.

Las mayores aplicaciones que le ven los investigadores a este descubrimiento serían la de vehículos de levitación magnética impulsados por luz o conversores de luz en energía.

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