Después de nuestro análisis del Nexus 4, terminamos en Hipertextual la reseña del último dispositivo de la nueva trifecta de Google, su apuesta por tres dispositivos escalados: teléfono (Nexus 4, tablet pequeño (Nexus 7 y tablet grande (Nexus 10. El Nexus 10 llega después de que otras apuestas de Android en el mismo segmento no hayan dado los resultados esperados, con la interfaz unificada de Android 4.0 que ya vimos por primera vez en el Nexus 7 en junio y sobre todo con muchas expectativas depositadas sobre él.

El Nexus 10 nos deja también con un cierto déja vu. Podrá ser el primero que fabrique Google en alianza con Samsung pero desde luego tanto en líneas como diseño y rendimiento general vamos a ver que se parece mucho a otro producto de la compañía coreana que también reseñamos en su día, la Galaxy Note 10.1.

Decir sin embargo que el Nexus 10 es un Galaxy Note 10.1 sin el stylus no es justo ni para Google ni para Samsung y si bien al primero le dejamos algunas tareas pendientes, como mejorar la pantalla y el precio, es bueno ver que en esta ocasión muchos de esos problemas se han solucionado.

Por otro lado, y sobre todo comparado con la competencia, el Nexus 10 tiene todavía algunos retos por delante. Virtudes, defectos y curiosidades de un tablet muy balanceado, esta es su reseña.

Especificaciones técnicas

Con un precio de $399 |399€ las características técnicas del Nexus 10 no son una cuestión aleatoria. Precisamente porque cuesta mucho menos pero se comporta como si fuese mucho más, la clave para entender del todo el Nexus 10 radica en las mismas, que pasamos a detallar.

Cuenta con 26,4 centímetros de ancho por 17,8 de ancho y un grosor de 0,8 centímetros. La pantalla es de 10.1 pulgadas, hecho que unido a sus dimensiones coloca al Nexus 10 ligeramente por encima del iPad en cuanto a tamaño y el espacio que ocupa.

La resolución es de 2560x1600 píxeles a una densidad de 299 píxeles por pulgada (como nota comparativa, el Galaxy Note 10.1 son 149 píxes por pulgada). El sistema lo mueve un procesador de doble núcleo a 1,7 Ghz y 2 maravilloso GB de RAM que no se traducen en no tanta fluidez como la que se consigue con los mismos gigas en el Nexus 4 pero que sí se hacen notar en general.

El almacenamiento viene en 16 GB (con el precio de $399 |399€) o 32GB a $499 | 499€. Se echa en falta una opción de conectividad móvil 3G o LTE y sólo contamos con WiFi, con Bluetooth 4.0 y el cada más omnipresente NFC. La cámara delantera nos da para hacer videoconferencias 1,9 Megapíxeles y la trasera para alguna foto ocasional a 5 Megapíxeles. La batería es de 9000 mAh en total, lo que se traduce, según mi uso, en unas 7 horas de duración con un uso moderado.

Diseño

Es imposible sacar el Nexus 10 de su caja después de haber visto y probado un Galaxy Note 10.1 y no tener la sensación de que todo eso ya lo habías visto antes. No es la primera vez que lo comento pero realmente es un hecho muy curioso y que ayuda a entender mejor el dispositivo. El diseño de los altavoces por ejemplo es idéntico, y está situado a ambos lados del Nexus, dando un sonido que ayuda bastante en películas y vídeos.

Por lo demás, está fabricado con el mismo plástico baratero que se ha convertido ya en marca de la casa para Samsung y que le resta varios puntos importantes. ¿Por qué?¿Tan importante es cómo se vea y se sienta un tablet? Sí, lo es. Porque en la experiencia del dispositivo no ayuda sólo "lo de dentro", el software, lo que se ve a través de la pantalla, sino la experiencia unificada completa.

Que utilizar algo no depende únicamente de un factor sino de varios, sobre todo de la unión de hardware y de software, es algo tan obvio y que tantas veces ha demostrado su evidencia que me parece sorprendente que a finales de 2012 todavía tenga que señalarse en una reseña. Pero es algo que por algún motivo u otro Samsung o Google todavía se resisten a aplicar, no tienen que irse muy lejos para comprobarlo, el Nexus 4 tiene unos acabados buenos, sólidos, y ese mero detalle hace, dejando especificaciones técnicas de memoria y procesador aparte, que la experiencia y la usabilidad se sientan como algo completamente distinto.

Sobre gustos no hay nada escrito, pero a mí las formas excesivamente redondeadas del Nexus 10 no me convencen demasiado, en la mano recuerdan de alguna manera a las del Touchpad que lanzó HP con WebOS. El marco también es un tanto grueso para mi gusto y de peso no anda todo lo justo que desearía.

Pantalla

Si bien el diseño es importante, y en este caso condena en gran parte al Nexus 10, la pantalla desde luego tiene un peso indiscutiblemente mayor. Básicamente porque un tablet es "sólo pantalla" y esta debe asombrar al usuario desde el mismo momento en el que la enciende. En el caso del Nexus 10 no, no soprende, pero cumple con creces. Los colores son buenos, el contraste adecuado, la resolución, densidad de píxeles mediante, no se traduce en una calidad de pantalla tan interesante como para llamar la atención y basta ver las fotos al lado de un iPad para comprobarlo.

No es una opinión de usuario de iPad enardecido, ni siquiera es una opinión realmente, es un hecho. Lo malo de las comparaciones es que son, como bien dice el dicho, odiosas, y siempre habrá quien entienda que por tener peor pantalla es una mala pantalla o es una mala pantalla directamente. No lo es, más bien lo contrario.

El ángulo de visión es bueno, aunque los negros de nuevo tienen un problema como ocurría en el Nexus 4, resaltan demasiado con respecto al borde porque no son lo suficientemente negros. Cuidado, no es un problema que nos vaya a molestar cuando veamos películas o imágenes, no en exceso, pero cuando uno se acostumbra a un HTC 8X por ejemplo donde apenas hay diferencia, o a la tecnología Clear Black de los Lumia, saltar a un Nexus, el que sea, y ver cómo esa barra inferior con los botónes de inicio, multitarea y regresar destaca para mal es un importante paso atrás. Y sí, tiene que ver directamente con la tecnología usada para la pantalla, pero los motivos que haya detrás ni a mí me importan ni al consumidor final tampoco. Se puede ver mejor y se debería ver mejor, es así de simple.

Una pantalla por tanto que cumple, pero no sorprende. Una buena pantalla bajo casi cualquier punto de vista a la que sólo me quedaría pedirle un poquito más de resolución, el tema de los negros y sobre todo mejores colores, contraste y saturación, que insisto, de base no son malos, pero sí muy mejorables.

Rendimiento y batería

El Nexus 10 no se queda corto en la lista de especificaciones y es algo que queda muy claro en todo momento. Juegos que se ejecutan sin problemas y a buena cantidad de frames por segundo, páginas web que cargan rápido, imágenes que movemos sin problema, fluidez en general en todos los rincones del sistema.

Sin embargo, a estas alturas del partido, pedirle a un dispositivo móvil que sea completamente fluido debería ser lo mismo que pedirle a un teléfono que permita hacer llamadas. O lo que es lo mismo, el sistema debería funcionar sin problema de base y no se considerado, bajo un ningún punto de vista, un hecho extraordinario o a destacar. En el caso de Android, de manera acentuada en tablets, esto ha sido así por desgracia durante un tiempo y el Nexus 10 es el primero que pruebo sin queja, o casi sin ninguna queja, en ese sentido.

La duración de la batería en mi caso particular oscila entre las 6 y las 7 horas de uso. Es un ejemplo clásico como Google, en lugar de dar una duración estimada en horas, prefiere dar, y así aparece en Google Play el dato concreto de miliamperios, 9000, algo que no sólo no da una orientativa del uso concreto que le puedes dar al Nexus 10 sino que además confiesa otra de las realidades detrás del rendimiendo del dispositivo, concretamente de Android, que la duración de la batería depende mucho del uso concreto de las aplicaciones que usemos, de la multitarea y que en general es extremadamente variable.

6 o 7 horas no está mal pero se aleja de la duración del Nexus 7, que es superior y de las 10 horas que dura el iPad.

Android 4.2

Otra de las novedades que ha acompañado a los lanzamientos del Nexus 4 y el Nexus 10 es Android 4.2. Lo mucho que ha cambiado Android dentro de los tablets demuestra que la primera aproximación de Google no era la más adecuada. Para mí, la bendición más importante de Android 4.2 es sin ninguna duda la interfaz unificada. Es decir, el hecho de tener tanto en Nexus 4, Nexus 7 y Nexus 10 la misma interfaz es algo que beneficia a todo el rango de usuarios, desde el más techie al más novato. No hay qué pensar en complicadas configuraciones de Ajustes, en dónde estará tal o cual función o en cómo realizar una tarea, todo está en el mismo sitio.

El teclado tipo swype incluido en 4.2 funciona bien, pero sin más. La mejor manera de explicarlo es en realidad muy simple: si te gusta ese tipo de teclados porque lo has probado en las varias alternativas que hay en la App Store te gustará este que viene incluido de manera oficial y si necesidad de activar nada, si no, o si no acaba de converte como es mi caso te sentirás exactamente igual al respecto. No cambia nada, no innova ni mejora nada en cuestiones de usabilidad, simplemente podemos deslizar el dedo por el teclado para escribir palabras, y ya.

Multiusuario es una de las novedades más interesantes (no presente en móviles) y que tengo que reconocer que como primera aproximación a la funcionalidad dentro de las tablets, dejando a un lado el Kid's Corner de Windows Phone 8 y Windows 8, es bastante acertada. Con el nuevo menú de accesos directos podemos tocar en nuestro avatar y cambiar rápidamente entre usuarios, accediendo, literalmente, a un Nexus 10 virtualmente distinto y que recuerda según el usuario fondos de pantalla, aplicaciones y preferencias.

Android ha madurado en tablets, y mucho, quizá no todo lo que me gustaría, pero sí lo suficiente, ofreciendo una alternativa más sólida, más potente y sobre todo con más calidad que todo lo que en mi opinión habíamos visto hasta ahora. ¿El gran fallo? Las aplicaciones. Cuando te cuesta llenar la primera pantalla siquiera de aplicaciones que realmente usas (no de cualquier aplicación ocasional de Google Play) entiendes que el primer problema de Android ahora mismo pasa por ahí y uno que deberían solucionar muy, muy rápido.

Conclusión

6,5/10

El Nexus 10 hace funambulismo en una línea media, media de mediocre quizá, en la que no se cae ni para un lado ni para el otro. Ni para el lado en el que podríamos atacarlo sin piedad por ser un mal tablet, que no lo es, ni para el lado de la excelencia y el buen hacer que personalmente me esperaba después del buen sabor de boca que me dejó el Nexus 4. La mejor manera de resumirlo probablemente sea el "no lo suficiente", no es lo suficientemente bueno, ni lo suficientemente atrevido como para hablar de un producto que pasará a la historia o que dejará una marca en el curso de la tecnología más emblemática que la de ser el primer tablet de 10 pulgadas con la mano directa de Google detrás.

Un buen intento, con una factura mejorable y donde las tareas pendientes pasan por mejorar la pantalla (no mucho, pero sí mejorarla), la calidad de los materiales y los acabados, la cantidad de aplicaciones y sobre todo ese "detalle extra", esa killer feature que muchos esperamos y nunca llega. En el iPad es la pantalla Retina, aquí me gustaría ver algo parecido.

Las alabanzas en el Nexus 10 se la llevan el precio, las novedades de Android 4.2, muy correctas casi todas, el rendimiento, la interfaz unificada y la usabilidad, que ha mejorado de manera consistente y apreciable. Para aquellos leyendo pensando si comprar esto o un iPad, no, no es un iPad y todavía le queda, pero es más barato, es Android (que cada cual sus gustos) y es un buen intento de serlo. A Google sólo le pedimos que haga lista, mejore lo mejorable y entonces, esperamos que sí, tendremos ese tablet deslumbrante que muchos deseamos ver.

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