Pues sí, sorpresa, el iPad mini y el iPad de cuarta generación ya son una realidad, comparten nombre pero son muy diferentes. Vamos a compararlos.
Dimensiones: EL iPad Mini destaca en las dimensiones, mide sólo 7,2 milímetros de grosor, como un lápiz, y es 23 por ciento más fino que el iPad. Y además, sólo pesa 308 gramos, es un 53 por ciento más delgado.
Pantalla: En cuanto a la pantalla, el iPad Mini tiene una de 7,9 pulgadas con una resolución de 1024x768 píxeles en ratio 4:3 mientras que la del de cuarta generación mantiene las 9,7 pulgadas del modelo anterior, además de de incorporar la y habitual tecnología Retina.
Procesador: En el apartado de los procesadores hay una gran diferencia, el de cuarta generación lleva un chip A6X siendo el doble de potente, y no por ello consume más batería, que el A5 que incorpora en su interior el Mini.
Cámara: Aunque la cámara sea un complemento, hay que cuidarlo, y por ello los dos iPads disponen de una cámara iSight con un sensor de 5 megapíxeles capaces de tomar fotos de alta calidad.
Conectividad: Uno de los puntos a destacar en los dispositivos móviles es la conexión a Internet. Los dos incorporan conectividad LTE y además, la tecnología Wi-Fi es dos veces más rápida, es decir, es capaz de llegar a descargar a velocidades de hasta 150 Mb/s.
Autonomía: La autonomía es un punto importante a tener en cuenta y por ello han decidido que a los dos les dure la batería el mismo tiempo, que corresponde a unas 10 horas de uso.
Lightning: Como era de esperar, los dos llevan el nuevo conector estándar de Apple, Lightning, que suplanta el anterior de 30 pines desde que salió el iPhone 5 al mercado.
Precio: A parte de las características técnicas de los iPads, el precio juega un papel importante en la elección final del consumidor. El iPad Mini está disponible a partir de 329 €, correspondiente al modelo más básico de 16 GB, mientras que el iPad de cuarta generación se puede adquirir a partir de 499 €.