Windows 8 está a la vuelta de la esquina. La fecha, el 26 de octubre, en un evento que promete ser el inicio de otra carrara por hacerse con el liderazgo en el mundo de los sistemas operativos, algo que Microsoft ya tiene con Windows 7 y que esta vez no parece tan claro que vaya a conseguir.

El motivo es precisament la innovación en que se traduce Windows 8. La interfaz Metro está diseñada para ser muy vistosa y también para ser cómoda de utilizar con pantallas táctiles, uno de los nichos en los que los de Redmond tratan de abrirse camino pero. El problema es que se trata de un proyecto dual, también enfocado a sistemas tradicionales como en el que seguramente estéis leyendo esta nota, sopena que utilicéis vuestro tablet o smartphone.

Afortunadamente, podemos saltarnos la nueva pantalla de inicio y esa interfaz Metro, no sin tener la sensación de que perdemos parte de las novedades del sistema, pero puede ser una buena opción si lo que queremos es usabilidad. En Bitelia hemos visto varias notas centradas en deshacernos de la interfaz Metro, aunque es posible que no deseemos hacerlo por completo.

Por eso hoy quiero hablar de una utilidad para modificar la pantalla de inicio y conservarla junto al escritorio clásico. Start Menu Modifier hace precisamente eso, modificar la pantalla de inicio haciéndola ocupar menos espacio.

La aplicación nos permite programar hotkeys para intercambiar entre pantalla y escritorio, y además nos permite ajustar el alto y ancho de la misma, permitiéndonos ejecutar las modificaciones con cada inicio de Windows para así dejarlo a nuestro gusto de forma permanente.

Gracias a ella podemos, por ejemplo, dejar la pantalla tal como véis en la imagen de cabecera, combinando escritorio y Start Screen de una manera que puede ser interesante dependiendo de nuestras necesidades.

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