Se ha hablado mucho durante los últimos días sobre los "misterios" que rodean a la presentación de Microsoft Surface, la tableta oficial para Windows 8. La comidilla entre los medios es el motivo por el que la compañía no ha anunciado un rango de precios específico para este producto, dejando una referencia muy vaga haciendo referencia a "dispositivos comparables". Los motivos por los que ni Ballmer ni Sinofsky ofrecieron una respuesta más clara sobre este tema podrían ser muchos, desde un hardware no terminado definitivamente y abierto a modificaciones para reducir sus costes de produccion, hasta una espera cautelar a una bajada de precios en componentes para que el denominado Bill of Materials permita sacar rendimiento económico a Surface sin que afecte demasiado al bolsillo de los consumidores.

Desafortunadamente existe también otra posibilidad, y es que llegado el momento de su lanzamiento, la tablet de Microsoft tenga un precio muy alto, que de anunciarse ahora podría hacer que se desvanezca el interés levantado por la plataforma. Los expertos cotillas de DigiTimes han estado investigando y haciendo preguntas en la cadena de suministro, algo que en el pasado ha conseguido aportar información muy precisa del estado de la industria, y se han encontrado con una desagradable sorpresa: Microsoft Surface podría costar 599 dólares en su versión ARM con procesador NVIDIA Tegra 3, escalando hasta los 799 dólares para la versión basada en chips x86 Ivy Bridge. De confirmarse, este precio quitaría una gran parte del atractivo de la plataforma presentada por el gigante estadounidense, hasta el punto de dejarla como una opción secundaria frente a los dispositivos de la competencia.

El informe va más allá y asegura que la producción en masa de los dispositivos todavía no está en marcha y faltan las estimaciones en firme para los volúmenes de fabricación, de la que se encargaría el ODM Pegatron pese a que en un primer momento se especuló con que sería Compal la encargada de ensamblar Surface.

Aunque no existen detalles al respecto del coste de materiales, es de esperar que la decisión de Microsoft de optar por carcasas fabricadas con magnesio de alta resistencia o la complejidad de los "Touch Cover" que integran una interfaz multitáctil podrían ser las responsables de que el dispositivo no pueda rondar un espectro de precios más económico, como el de los 400 a 500 dólares, que daría una salida mucho mayor a Surface. Como comparación, sólo dispositivos de alta gama como Transformer Prime Infinity tienen un precio de salida tan alto, siendo más habitual encontrarse en ese rango tablets con extra de almacenamiento, conectividad de banda ancha móvil o accesorios varios.

Si bien la versión x86 tendría un precio muy interesante — un PC con pantalla táctil y CPU Intel Core Ivy Bridge por 800 dólares no es extremadamente caro — el modelo basado en ARM se muestra más caro de lo esperado. Frente a los iPad, Galaxy Note 10.1 y similares, Microsoft debería haber utilizado una estrategia de precios más agresiva para lograr un hueco en el mercado, algo que no podrá conseguir únicamente por su sistema operativo, por más avanzado que pueda llegar a ser con respecto a la competencia. ¿Reaccionarán a tiempo?

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