Los smartphones táctiles han traido consigo un avance que no acaba de convencer a todos los consumidores: los teclados en pantalla. Mientras que hoy en día son totalmente usables, no todo el mundo está cómodo escribiendo en una pantalla, sin notar la forma de las teclas, como se hunden, o como rebotan, sensación que nos ayuda a identificar las diferentes teclas y nos permite escribir más rápida y cómodamente. Aunque se ha conseguido a través de la vibración del terminal y los sonidos agregar cierto "feedback" al teclear, siguen siendo bastante incómodos a la hora de escribir extensos párrafos. Pero eso podría cambiar gracias a Apple, que ha agregado una nueva petición de patente a las muchas que hemos podido conocer en los últimos meses. La firma de Cupertino describe en los documentos un curioso sistema a base de fluidos ferrosos, que ofrecerían una respuesta física al tacto en cualquier teclado virtual o touchscreen.
Este sistema podría lograr añadir un poco más de respuesta a la hora de teclear en los sensibles teclados táctiles, haciendo por ejemplo que una zona de la superficie responda magnéticamente cuando un sensor de proximidad detecta la presencia de un dedo aproximándose a una tecla, touchpad, o pantalla táctil, atrayendo más material a la parte más superficial de la pantalla elevando físicamente el film superior, haciendo que realmente notemos los bordes y forma de la tecla, aunque esta solo sea una imagen en un display.
Este tipo de tecnología sería perfecta para dispositivos móviles como tablets, y permitiría mejorar la velocidad de escritura, y proporcionaría a los usuarios con problemas de visión una manera más cómoda de interactuar con dispositivos de pantalla táctil, llegando incluso, porqué no, a reproducir símbolos del sistema braille sin tener que utilizar ninguna lámina extra, ayudando a extender el uso de este tipo de interfaces sin ninguna barrera. Solo queda por saber si algún día será algo más que una patente en una serie de documentos, o por el contrario se perderá entre los cientos y cientos de otros proyectos que se quedan huérfanos.
Foto: Feliciano Guimarães (FlickR)