Seguramente recordaréis un post de esta misma casa en el que os contamos la inverosímil historia de aquel joven chino que estuvo dispuesto a vender uno de sus riñones en el mercado negro de órganos con tal de hacerse con un iPad 2 y un portátil. Aquel suceso nos recordó que la tecnología hay que verla en su justa perspectiva y no merece en absoluto verla como un fin en sí misma.

Quizás este tipo de personas se dejan llevar por la publicidad y acaban viendo como reales esos mensajes subliminales que nos dicen que no seremos felices si no tenemos tal cosa o tal otra, cuando en realidad la felicidad no es algo que dependa de nuestro entorno, sino de nosotros mismos. Pues bien, ahondando en esta idea hoy os traemos otras dos historias espeluznantes que muestran el empeño excesivo que algunos ponen para poseer estos productos electrónicos, en este caso el iPhone 4.

Ofrece su virginidad a cambio de un iPhone 4

El suceso ocurrió de nuevo en China hace una semana y tiene como protagonista a una adolescente de aquel país que solicitó a su padre que le comprase un iPhone 4. Ante la negativa de su progenitor, probablemente más preocupado por otros gastos familiares más importantes, la joven no dudó en ofrecer su virginidad al que le regalase un iPhone 4 a través de Weibo, algo así como el Twitter chino.

En ese mismo sitio publicó más detalles sobre ella, así como una fotografía sugerente. Al menos las respuestas que recibió fueron consecuentes animándola a pensárselo dos veces aunque tampoco faltó el bromista que la animó a esperar al iPhone 5. No sabemos hasta qué punto es veraz esta historia pues algunos han afirmado que su cuenta fue hackeada, pero si lo es estamos ante un caso de pérdida de equilibrio absoluto.

Enfrentamiento entre un alcalde y su predecesor

Es lo que ha ocurrido en Almería, en Alhama de Almería para ser más exactos, un municipio cercano a la capital. Ante el cambio de gobierno producido hace unos días se ha levantado un cruce de declaraciones entre el actual edil popular Cristóbal Rodríguez y el anterior socialista Francisco Guil. El presente alcalde ha denunciado la desaparición de "teléfonos móviles de alta gama correspondientes al anterior equipo de gobierno, entre los que destacan un Apple iPhone 4 del que hacía uso el anterior alcalde".

El debate se centra ahora en averiguar si el smartphone ha sido obtenido a cambio de una portabilidad personal o si pertenece al municipio. Mientras se soluciona el asunto a Guil le han imposibilitado realizar llamadas a través del teléfono al haberle sido cortada la línea. La verdad, ambas posturas me parecen desproporcionadas, pues el honor y la tranquilidad mental están por encima de estas cosas.

Como en todas las noticias periodísticas, ambas historias han de tomarse con precaución, pues no conocemos todos los detalles implicados. Pero yendo al fondo de la cuestión, sí hay ciertos principios comunes en los dos sucesos: parece que el iPhone 4 es más importante de lo que debiera, demostrando una vez más que es sabio no perder de vista que seguimos hablando de meros productos electrónicos, que están en la boca de todos ahora, pero que en diez años habrán quedado en el olvido porque habrán sido sustituidos por otros muchísimo más avanzados. ¿Qué ocurrirá entonces cuando echemos la vista atrás?

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