Ya hace dos semanas que Apple puso a la venta su nuevo trackpad con tecnología multitouch y, desde entonces, ríos de tinta han corrido sobre el tema. Steve Jobs confirmó que el iPhone se les había ocurrido mientras diseñaban la tecnología para el iPad, así que no creo que me equivoque si afirmo que el buen funcionamiento de ésta para los dispositivos más móviles, propició la inclusión de trackpads multitáctiles en los portátiles de la compañía de la manzana, para más tarde crear un híbrido entre trackpad y ratón: el Magic Mouse.

Tal es la revolución que implica el Magic Trackpad para los dispositivos de sobremesa que en AppleWeblog hemos estado probándolo concienzudamente con intención de poder explicaros con todo lujo de detalle su funcionamiento, puntos positivos, negativos y muchas cosas más que veréis a continuación.

Diseño

Siguiendo la tendencia minimalista de los últimos productos, la caja en la que viene incrustado el Magic Trackpad, tiene un tamaño similar a la que venía con el Snow Leopard (aunque bastante más gruesa). Una vez abierta, lo primero que nos llama la atención es el tamaño del nuevo periférico multitáctil de los de Cupertino. Cuando te dicen "es un 80% más grande que el trackpad de un macbook" te puedes hacer a una idea de sus dimensiones, pero hasta que no lo ves no te das cuenta de lo enorme que es. Para que os situéis, si lo ponemos sobre un teclado de aluminio, ocupa desde la tecla de expulsión de disco hasta el inicio de la H. La altura e inclinación son idénticas a las del teclado inalámbrico que Apple comercializa actualmente.

El trackpad es una superficie completamente cuadrada, pero la zona útil tiene forma rectangular, ya que el periférico, en su parte delantera, está divido en dos secciones: la multitáctil -de cristal- y la que alberga las dos pilas que alimentan el sistema -aluminio- y el led que nos indica el funcionamiento. Dándole la vuelta al dispositivo, observaremos que los materiales cambian: aluminio -otra vez- para el lugar en el que descansan las baterías y plástico para el resto. Las gomas superiores hacen de tope y dan estabilidad a toda la estructura, las inferiores albergan el secreto que hace al aparato ser especial (lo trataremos con más detenimiento en el apartado de uso).

El botón de encendido se encuentra en el lateral derecho y en el izquierdo, tenemos la tapa que nos permitirá retirar las AA que vienen de serie con el trackpad una vez estén agotadas.

Conectividad e instalación

Si, como yo, no lleváis al día las actualizaciones en vuestros macs, os encontraréis que podéis enlazar por bluetooth el Magic Trackpad sin problemas aparentes, pero que a la hora de la verdad, no seréis capaces de hacer uso de las características multitáctiles del dispositivo. Una vez instalados los updates, dentro de preferencias del sistema, os aparecerá un icono para personalizar los gestos de uno hasta cuatro dedos.

Tengo entendido que también existen drivers para Windows, los podréis encontrar en la web de Apple.

Consumo

En los cinco días que llevo usándolo de forma intensiva, las pilas que traía consigo han pasado de estar completamente llenas al 93%, si siguen a este ritmo, calculo que durarán poco más de dos meses, cosa que me parece bastante aceptable.

Uso

Para los que hayáis probado alguna vez un macbook con trackpad multitouch os será muy fácil adaptaros al nuevo periférico Designed by Apple in California. Los gestos son los mismos, todo funciona igual pero a lo grande -lógico si pensamos que ahora nos enfrentamos a pantallas de 27" con resoluciones altísimas (2560 x 1440 píxeles)-.

El MagicTrackpad, sin duda, ha heredado la intuitividad y sencillez que caracteriza la gama iOS -tanto que incorporan los mismos chips de Broadcom que se usaban anteriormente como controladores táctiles en los iPod Touch e iPhone: BCM5974-. Las opciones de configuración que te ofrece el menú trackpad dentro de preferencias del sistema te ayudan a regular las velocidades de cursor y desplazamiento, permitiéndote, con una sola pasada del dedo por la superficie deslizante de cristal del periférico, abarcar una pantalla de 27 pulgadas al completo y con una precisión apabullante.

La cara posterior del periférico, como hemos comentado antes, esconde un secreto: los pivotes inferiores de goma en los que se apoya el aparato son ,en realidad, un único botón, así que cuando presionemos en cualquier parte de la superficie de cristal para hacer clic, estaremos hundiendo esta parte. Si te paras a pensarlo un momento, te das cuenta de la sencillez y genialidad de la idea, por la inclinación que tiene el trackpad cualquier tipo de presión que ejerzamos sobre el mismo, irá a parar a la zona, así que ¿qué mejor lugar para colocar el botón?

Gestos

¿Alguien sigue teniendo dudas sobre por qué no se ofrecían de forma oficial gestos de más de dos dedos en el MagicMouse? Creo que el MagicTrackpad es la respuesta.

Con el nuevo trackpad, destinado a los sobremesa de Apple, podremos hacer los siguientes gestos:

  • Un dedo: mover el cursor, hacer click y doble click izquierdo, arrastrar ventanas (clic y mover el dedo) u objetos y hacer click derecho (si hemos configurado la zona inferior derecha para ello).
  • Dos dedos: scroll (desplazando los dedos hacia arriba, abajo, derecha o izquierda), hacer zoom (juntando o separando los dedos), clic derecho (simplemente presionando con ambos dedos a la vez).
  • Dos dedos y la tecla control: zoom de pantalla (hacia arriba o hacia abajo).
  • Tres dedos: avanzar y retroceder página en navegadores y para fotos (derecha = adelante o izquierda = atrás).
  • Cuatro dedos: cambiar de aplicaciones (derecha o izquierda) y activar exposé (hacia arriba o hacia abajo).

Magic Mouse vs. Magic Trackpad

La pregunta del millón... Yo tengo los dos y, aunque mucha gente os pueda decir que es el complemento ideal, si pudiese, titularía este post así: "Se vende MagicMouse".

Señores -y señoras-, no nos engañemos, el Magic Mouse no es un ratón, si no más bien un... ¿aborto?, no, mejor llamémoslo "paso" en la evolución hacia la tecnología multitáctil que desde hace unos días mueve el cursor de mi iMac.

Dejemos las cosas claras: el último ratón de Apple es muy bonito y preciso, pero es lo más anti-ergonómico que he visto y padecido en mi corta vida (cuando llevas muchas horas de uso la mano y el brazo sufren) y al igual que el nuevo trackpad de los de Cupertino NO sirven para jugar.

Tal vez el único punto flaco del Magic Trackpad sea que, a parte de que también hace trabajar bastante a la mano y brazo -debido a la inclinación del mismo-, al ser tan grande te puedes encontrar que algunos dedos te estorben.

8,5/10

Conclusiones

Si tenéis el dinero -69€- y estáis indecisos no os lo penséis más, es una compra absolutamente recomendable, sobretodo si ya disponéis de ratón normal para realizar tareas largas y mecánicas o jugar a algún shooter.

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