Estados Unidos elegirá presidente este año y, contra todos los pronósticos, el hombre de negocios y estrella de reality show Donald Trump, se ha posicionado como el candidato virtual del Partido Republicano, desafiando las reglas de lo políticamente correcto.
El candidato ha despotricado múltiples veces contra México, el gobierno mexicano, los inmigrantes y la población mexicana en general, por lo que la posible llegada de Trump a la Casa Blanca pone a temblar al país del sur. Un discurso de odio que ha sido apoyado por millones de estadounidenses en las urnas.
Trump ha propuesto la construcción de un muro en la frontera de México que será pagado con las remesas que los trabajadores inmigrantes (legales e ilegales) envían a sus familias. También ha prometido deportaciones masivas, amenazas que han asustado en ambos lados de la frontera y al gobierno mexicano.
Las propuestas del candidato republicano atentan incluso contra los intereses de Estados Unidos
De acuerdo con David Herrera, doctor en Relaciones Internacionales, la hipotética presidencia de Trump podría desarrollar fricciones entre la relación bilateral de Estados Unidos y México, sin embargo mucha de su retórica es meramente electoral: “es una estrategia política dirigida hacia un sector conservador”, pues las propuestas del candidato republicano atentan incluso contra los intereses de Estados Unidos.
México es “más que un aliado, es una pieza fundamental económica y políticamente” , en palabras del doctor Herrera. Desde el 2005, México es parte del Perímetro de Seguridad Norteamericano, una alianza militar cuyo fin es “combatir las amenazas extrarregionales” como el terrorismo, la delincuencia organizada, el contrabando y el tráfico de personas. La alianza también contempla los recursos naturales y energéticos.
Como el país vecino de una de las potencias globales, “México es vital para cualquier movimiento que haga Estados Unidos en el mundo. No puede abandonar a México por el capricho de una persona”, concluye Herrera.
El muro
“Si se llevara a cabo, el muro sería una gran tragedia para este país”, afirma el doctor Herrera, pues sería un golpe directo a una de las principales fuentes de ingresos de la economía mexicana. Tan solo el año pasado los trabajadores mexicanos en Estados Unidos enviaron 25.000 millones de dólares.
Los gobiernos extremadamente conservadores siempre han tenido una política de invadir
Sin embargo, no es tan sencillo que el muro se construya pues las estructuras políticas y financieras son entidades complejas que probablemente no lo permitirían: “Hay poderosas instituciones financieras que ganan dinero siendo intermediarias en las remesas”, señala Herrera, entre ellas la Western Union y MoneyGram, quienes ganan al rededor de 10 dólares por transacción.
¿Entonces no deberíamos preocuparnos de Trump? “Todo se complica con personaje y un equipo de asesores apegados al conservadurismo”, dice Herrera y continua: “los gobiernos extremadamente conservadores siempre han tenido una política de invadir. No hay que olvidar nunca que durante la administración de Bush hubo dos invasiones. Si sigue la línea de otras administraciones conservadoras como la de Reagan, Bush padre y Bush hijo, no sería descabellado pensar que ocurría algo parecido.”
Todavía falta la batalla política donde debe acercarse a la comunidad latina en Estados Unidos que representa uno de cada seis habitantes, de los cuales 22 millones pueden votar en las próximas elecciones.
¿Cómo serían las relaciones México - Estados Unidos si llegara Hillary Clinton? “Como Secretaria de Estado fue arquitecta de muchos mecanismos de comunicación entre México y Estados Unidos. Veríamos sino una relación igual, sí una muy parecida a la del gobierno de Obama en cuanto al apoyo económico y militar a México, así como pronunciamientos en pro de los Derechos Humanos”, respondió Herrera.