Ya es la tercera vez. Elon Musk y el resto del equipo vuelven a anotar otro crucial tanto en la carrera aeroespacial. El cohete Falcon 9 ha logrado despegar, separar su segunda fase, la encargada de poner en órbita el satélite de comunicación THAICOM 8, virar completamente y aterrizar en una barcaza asistida por drones en medio del mar.
La compañía está haciendo que lo "imposible" sea una rutina. Es su principal objetivo, lograr que la reutilización de cohetes sea cada vez más eficaz y fiable, abaratando enormemente los costes.