Las pantallas flexibles llevan años formando parte de un futuro en el que su utilidad está siempre puesta en entredicho. Como elemento con el que impresionar son muy efectivas y, probablemente, han hecho mucho por el establecimiento de las pantallas curvas de terminales como el S6 Edge o el S7 Edge como elemento premium. Por otra parte, también conocemos, por patentes, que Samsung sigue trabajando en un teléfono enrrollable que haría uso de este tipo de pantallas. Sin embargo, ha sido Human Media Lab quien está mostrando, a modo de prototipo, usos para las pantallas holográficas flexibles.
Con la parte flexible demostraron hace unos meses que, aunque aún estaban buscando cómo desarrollar a fondo la tecnología, el movimiento aplicado sobre la pantalla podía ser utilizado como método de interacción en ciertos juegos o aplicaciones, como ocurre en las pantallas sensibles a la presión. A ello, HoloFlex añade lo que podríamos llamar una nueva generación de las pantallas 3D. Frente a los arcaicos modelos de 2011, esta nueva tecnología trae representaciones en pantalla más parecidas a hologramas que se ven a simple vista.
El problema del sistema es que, de momento, la resolución que ofrece es extremadamente baja, hasta el punto de ofrecer 160 x 104 píxeles. Por ponerlo en perspectiva, es una resolución similar a la que ofrecían los móviles pre-smartphone de 2004, y en pantallas de un tamaño mucho menor. Exceptuando este detalle, HoloFlex es muy interesante, pues incluye una capa de mini lentes que envían la luz en múltiples direcciones, por lo que el contenido holográfico puede ser visto desde varios ángulos sin necesidad de mover el terminal para adecuarlo a nuestro campo.
Uniendo las características de lo holográfico con las de lo flexible se pueden conseguir resultados muy interesantes, como vemos en la imagen superior de Angry Birds, donde el juego se ve con una perspectiva distinta a la corriente, y donde la interacción y el control se realizan flexionando el terminal hasta los límites que su física permite. Mientras las pruebas se suceden, será interesante ver cuánto hace falta para que, como hiciera con el Note Edge, Samsung se anime a experimentar en un terminal a la venta con estas características.