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GoPro es sinónimo de cámara de acción, un término de nuevo cuño que se ha creado de forma específica para y por la aparición de estas cámaras. FitBit por su parte es el regalo idóneo en muchos países occidentales: te propone vigilar tus hábitos, y es una promesa a hacer más ejercicio, ¿quién se puede resistir a la promesa de tener una vida más saludable?

Pero los accionistas que arroparon a FitBit y GoPro desaparecen dejando atrás un rastro de pesimismo sobre el futuro de ambas compañías.

FIT Chart

Las cámaras de GoPro son asediadas por clones genéricos asiáticos a mitad de precio, a buenas novedades por parte de los gigantes de la tecnología de consumo como LG, Samsung, Sony y Xiaomi, así como rivales tradicionales de la cámara como Polaroid. Al contrario que GoPro, sus rivales de prestigio han podido combinar las cámaras de acción con sus propios smartphones, dando un producto más integrado. Con diferencias mínimas en la calidad del vídeo grabado, y las lentes, queda todo relegado al precio y la imagen de marca.

Un punto de salida, del que los accionistas no están muy seguros, es a través del mercado de grabación esférica con múltiples cámaras, así como mantener y apuntalar más relaciones con los fabricantes de drones. Solo el tiempo dirá, pero imaginad si el iPod hubiera sido el producto de una empresa que solo hiciera ese reproductor de música, ¿cómo habría podido dar una respuesta a los smartphones? Un caso similar le ocurre a GoPro y Fitbit.

Fitbit Charge HR Final_004

El caso de Fitbit ya lo comentamos, con buenos productos que venden bien, pero muchos de los cuales dejan de ser usados. Fitbit no consigue retener a los clientes, mientras Xiaomi están regalando —literalmente— sus productos en otras partes del mercado. Xiaomi no compite directamente con Fitbit aún. Fitbit se centra especialmente en Norteamérica y Xiaomi apenas tiene presencia fuera de China con sus bandas de seguimiento deportivo. Además, están en espectros totalmente diferenciados del mercado en cuanto a precio y funcionalidades.

En Europa los smartwatches son predominantes. En Estados Unidos, las pulseras de medición.
En Europa los smartwatches son predominantes. En Estados Unidos, las pulseras de medición.

Quien sí compite con Fitbit son los fabricantes de smartwatches cuando ofrecen las funciones de salud y fitness en sus dispositivos. Son más caros, pero no tanto. Aportan más funcionalidad que las pulseras deportivas, eso sí. Las actualizaciones de software van mejorando la duración de la batería, que en smartwatches como el Gear S2 y los más recientes con Android Wear está en los dos días de uso.

Izquierda. Fitbit Flex cuesta 3-4x más que la Xiaomi Mi Band. — Derecha: Apple Watch de 38mm y Fitbit Blaze, de precio similar.
Izquierda. Fitbit Flex cuesta 3-4x más que la Xiaomi Mi Band. — Derecha: Apple Watch de 38mm y Fitbit Blaze, de precio similar.

Pero todo el mercado parece esperar por dónde se mueve Apple con la próxima versión del Apple Watch. Ver si Apple opta por reducir tamaño, añadir funcionalidad, o ambas. Qué funcionalidades nuevas aparecen, así como métodos de interacción. De momento Fitbit quiere expandir lo que hacen sus pulseras para dar más versatilidad.

Xiaomi Mi Band y el Apple Watch parecen ser los dos extremos en los que se establece el mercado de wearables: muy barato y simple, o muy caro y con más funciones. Ambos vendieron unos doce millones de unidades, pero el precio medio de venta del Apple Watch fue aproximadamente 17 veces superior al de la Mi Band. Fitbit se queda en varios escaños intermedios, sin encontrar su lugar real. Una expansión de Mi Band o similar a Norteamérica podría ser letal para Fitbit.

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