La fotografía de paisaje como terapia que mezcla tecnología y naturaleza. Una temática en la que realmente puede intervenir cualquier tipo de objetivo, aunque por cuestiones obvias me centraré especialmente en los grandes angulares. El mercado actual ofrece múltiples y variadas posibilidades, aunque el tremendo arco de precios no se justifica:

Grandes angulares

Nikkor AF-S 14-24mm f2.8 FX. Muchísimos fotógrafos que disparan con Nikon hablan maravillas de este objetivo. Su rango de zoom te permite elegir la mejor distancia focal para la escena elegida. Además, su gran apertura hace que sea un objetivo tremendamente versátil para otros usos y realiza capturas con un gran nivel de detalle. Por todo ello, estamos ante un de los mejores grandes angulares del mercado actual.

Canon EF-S 15-85mm f3.5-5.6. No tan brillante como el anterior, pero que su escasa apertura no os eche para atrás porque para paisajes tampoco es necesaria un gran apertura. Captura imágenes sólidas y nítidas y además tampoco es excesivamente pesado, así que lo podéis llevar a todas partes.

Canon EF 17-40mm f4 USM. Es un objetivo serie L de nueva fabricación, bastante asequible en comparación con sus competidores, ideal tanto para sistema réflex digital como para cine. Es capaz de enfocar desde unos 28cm y ofrece tanto enfoque manual como un potente anillo USM para un enfoque automático rapidísimo y silencioso. Su apertura máxima es de f4, así que es probablemente el punto en el que más flojea y puede que no sea la mejor opción para los aficionados a la fotografía nocturna. Tiene un diámetro para filtros de 77mm y destaca también por una construcción robusta y resistente, muy similar a los objetivos de la serie L de gama más alta. De hecho, su nuevo diseño óptico de tres elementos esféricos más un elemento Super-UD de vidrio, proporciona un excelente contraste y una nitidez bastante aceptable para fotografía de paisaje.

Espectacular captura de larga exposición realizada con el Canon 17-40mm f4. Fuente: CanonRumors
Espectacular captura de larga exposición realizada con el Canon 17-40mm f4. Fuente: CanonRumors

Tamron 10-24mm f3.5-4.5. Una opción excelente y económica. Cubre un rango muy adecuado y lo podéis encontrar por menos de 500 euros/dólares. Como siempre en este tipo de marcas, hay versiones para Nikon, Canon, Sony y Pentax.

Sigma 10-20mm f3.5. Con una apertura en todo su rango de f3.5, este Sigma 10.20mm es bastante recomendado para fotografía con escasa luminosidad. Siempre he considerado que los objetivos de esta marca poseen la capacidad de acentuar de una manera especial la relación entre los elementos de la foto. Algo que los convierten en importantes herramientas creativas frente a otras marcas. Posee además un revestimiento multicapa que reduce los destellos y las sombras. Su construcción basada en cuatro elementos proporciona una correcta corrección de la distorsión y su sistema de enfoque interno elimina la rotación de la lente frontal, lo que le hace conveniente para usarlo con filtros polarizadores. Este objetivo es una gran opción, aunque en mi opinión, por detrás del Canon 17-40mm a pesar de su mayor luminosidad.

Fotografía de un lago en Colorado (EE.UU) tomada con el Sigma 10-20mm f3.5. Fuente: SigmaPhoto
Fotografía de un lago en Colorado (EE.UU) tomada con el Sigma 10-20mm f3.5. Fuente: SigmaPhoto

Rokinon 12mm f2. El último de esta categoría, pero no por ello el peor. Eso sí, es sólo apto para monturas sin espejo. Está disponible para Canon, Sony, Fujifilm y Samsung. Pero mucha atención a su equivalencia en distancia focal para cada uno de los sistemas. Su equivalencia para micro cuatro tercios es de 24mm, para la montura M de Canon es de 19.2mm y para el resto de 18mm. Es super luminoso y ofrece una distancia mínima de enfoque de 20cm. Además, posee la particularidad de tener un recubrimiento de nano-cristales por la superficie interior de los elementos delanteros para minimizar los brillos, aumentar su claridad y minimizar el efecto fantasma (zonas borrosas, movidas o difuminadas).

Teleobjetivos

Nikkor VR 70-200mm f4 ED. Uno de sus puntos fuertes es su ligereza si lo comparamos con otros similares del mercado. Como abarca una gran distancia focal, podéis complementarlo con un gran angular y así evitar adquirir un tercer objetivo más estándar. Es genial para fotografía de paisaje y produce imágenes muy nítidas.

Colores vivos y gran nitidez con el Nikkor VR 70-200mm f4. Fuente: CameraEgg
Colores vivos y gran nitidez con el Nikkor VR 70-200mm f4. Fuente: CameraEgg

Canon EF 70-200mm f4 USM. No es demasiado pesado y tiene un precio más asequible.

Sony 70-200mm f4. Al igual que los anteriores, cuenta con un rango focal muy versátil. Ofrece un rendimiento general bastante notable, aunque no destaca precisamente por su luminosidad. Gracias a sus dos lentes de doble cara asfericas, se reducen las aberraciones a los bordes las imágenes, manteniendo la nitidez y el contraste correctemente en casi todas sus aberturas. Además, estos objetivos de Carl Zeiss Sonnar poseen un recubrimiento único que contribuye a la reproducir de una forma natural de los colores.

Estándar

Nikkor 50mm f1.8. Forma parte de mi equipo. Es un objetivo de focal fija, económico, que ofrece buenos resultados en fotografía de paisaje.

Canon EF 24-70mm f2.8 II. Tiene una construcción estupenda y el hecho de cubrir un rango amplio permite emplearlo para otras temáticas.

Canon EF 50mm f1.8 STM. Nitidez casi perfecta y luminosidad excelente. A un precio de derribo en Amazon. Así que no perdáis la oportunidad!

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