Los coches eléctricos que se presentaron hace unos dos años están cerca de recibir ligeras actualizaciones como ya vimos en Renault, Ford y Nissan: propulsores térmicos más eficientes y paquetes de baterías con mayor capacidad para aumentar hasta un 50% su autonomía y satisfacer a los nuevos propietarios. En 2 años prácticamente todos los coches eléctricos van a tener que ponerse las pilas si quieren competir con el Model 3 de Tesla.
Un vehículo eléctrico comprado hace dos años ofrecía unos 150 kilómetros de autonomía bajo ciclo de homologación europeo, unos 110 si tomamos como referencia uno más realista como es el estadounidense. Entre 2017 y 2018 estos coches, que tendrán unos 3 o 4 años de vida en el mercado, tendrían que recibir actualizaciones para no quedarse muy desfasados pero sobre todo para seguir recorriendo el camino hacia 2020 cuando podamos adquirir coches con unos 350-400 kilómetros de autonomía.
BMW ha sido el primer fabricante bajo esta situación en anunciar este tipo de actualizaciones y es que Tesla con su Model 3 hará mucho daño si cumple las expectativas por lo que los constructores tradicionales no pueden permitirse el lujo de seguir estando tan retrasados, al menos públicamente, en materia de innovación con el coche eléctrico. El anuncio no ha ofrecido cifras finales, tan solo que aumentará su autonomía en 2017 un 50%.
De hecho, el fabricante alemán ya ha abierto el plazo de reserva para la nueva versión de sus coches eléctricos. ¿Te suena a algo esta historia? Si, a Tesla. La misma estrategia que sigue el fabricante californiano: anunciar futuras mejoras, permitir que los usuarios reserven sus coches y así poder tantear cómo reacciona el mercado y si realmente interesan sus propuestas, el problema: ¿conseguirán las mismas reservas que Tesla con el Model 3? No, y es más que probable que se queden muy lejos de las increíbles cifras de Tesla ya que consiguieron más reservas que la suma de coches eléctricos vendidos en Estados Unidos.
El efecto "Tesla" se producirá en estos meses porque muchos fabricantes, de forma interna, tendrán que darse prisa en presentar opciones viables de vehículos eléctricos a precios razonables si no quieren que un pequeño fabricante californiano les quite su trozo de pastel. El efecto "Tesla" supone la presentación de prototipos incluyendo la reserva del mismo y su recepción cuando pueda fabricarse, pero esto solo es interesante si se presenta algo revolucionario, y de momento solo Tesla está realizando esta tarea.
El efecto "Tesla" se aleja de las presentaciones tradicionales en los Salones del Automóvil y se aleja a la presentación de un producto tecnológico, a un evento que bien podría haberlo organizado Google, Apple o Microsoft, porque ya no es un coche, es el mayor gadget que veremos en los próximos años, y hay que tratarlo como tal.