Cuando Tim Cook saltó al escenario del Flint Center (Cupertino) en septiembre de 2014 para enseñarnos por primera vez el Apple Watch muchos pensamos que sería una nueva mina de oro para los creadores de apps. ¿Cómo pensar lo contrario después de ver la importancia que tuvieron en el iPhone e iPad? Sin embargo, una vez pasada la fiebre del lanzamiento, parece que el desarrollo de aplicaciones para watchOS se ha estancado (apenas llegan apps nuevas y las existentes no se actualizan) y aquellos que lo llevan en la muñeca parece que tampoco le dan mucha importancia.

Las expectativas tras aquella presentación no podían ser más altas y aunque se rebajaron con la presentación del primer kit de desarrollo con watchOS 2 se volvieron a elevar. Aquella primera versión del SDK (el kit del que disponen los programadores para crear sus apps) era muy limitada y no permitía que las aplicaciones corrieran directamente en el reloj o accedieran a ciertos sensores. Esto hizo pensar que, pese al número inicial de apps con las que contó en su lanzamiento (unas 3.000, frente a las 500 del iPhone), la mayoría de desarrolladores estaban esperando a contar con mejores herramientas para ponerse manos a la obra. Por eso cuando Cook presentó a bombo y platillo la posibilidad de crear aplicaciones nativas muchos pensamos que ese boom no tardaría en llegar.

El entusiasmo inicial ha dejado paso a la "sequía" Desde entonces han pasado 4 meses y el entusiasmo inicial ha dejado paso a la sequía: pocas apps nuevas y aún menos actualizaciones de las existentes. Claro que hay ejemplos como Spark, Workflow, Things, Fantastical, iTranslate o Tweetbot que demuestran que están llegando buenas apps y cuentan con un desarrollo continuado, pero son excepciones en vez de la norma general. Solo hay que echar un ojo a los números.

Datos proporcionados por Apple y AppAnnie.
Datos proporcionados por Apple y AppAnnie.

El crecimiento ha sido más o menos estable hasta verano donde, comprensiblemente, se estancó debido al inminente lanzamiento de watchOS 2. Un mes después de su llegada el número de apps volvió a crecer a buen ritmo (3.000 más), pero menos de la mitad de dichas incorporaciones utilizaban las nuevas herramientas. Un dato que no sólo deja claro que pocos desarrolladores han utilizado las mejores herramientas para terminar sus apps si no que además muchos menos han dedicado tiempo a actualizar sus apps. Lo que nos deja con un catálogo que no sólo no crece como se esperaba si no que además está está lejos de aprovechar todas las ventajas del reloj: tienen un peor rendimiento, no cuentan con complicaciones para las esferas y no pueden acceder a los sensores y hardware del Watch.

No usar las herramientas de watchOS 2 supone no aprovechar todas las posibilidades del relojLos números pueden parecer insuficientes si los comparamos con los del App Store en la actualidad (1.500.000 apps), pero hay que recordar que los tres primeros meses de existencia apenas tenía 3.000 apps. Tampoco son nada malos si los comparamos con la competencia: Pebble anunció en febrero de 2015 que tenía 6.000 apps, Samsung con Gear andaba sobre las 6.000 en septiembre de 2015 (1.000 de ellas optimizadas para Gear 2 y Android Wear contaba con 4.000 apps en mayo de 2015.

Puede que sean buenos números en comparación, pero eso no quita que se haya producido un parón o al menos no haya ocurrido la explosión de apps que se esperaba. Solo tenemos que echar un ojo a las noticias para ver lo poco sé que ha hablado de nuevas apps para el reloj en los últimos meses o lo poco que ha variado la portada del App Store del Apple Watch. Desde la llegada del nuevo sistema operativo apenas ha cambiado las aplicaciones que promociona para hacer hueco a un banner estas navidades promocionando apps para nuevos usuarios.

¿Promesas incumplidas?

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Anna Hoychuk / Shutterstock

Ante esta situación puede parecer que gran parte de la culpa es de los desarrolladores, que no están sabiendo aprovechar la oportunidad, pero desde su punto de vista el Apple Watch tiene más interrogantes que respuestas: no hay datos oficiales de ventas que dejen claro cuál es el mercado potencial, pocos incentivos económicos (las apps del reloj van "gratis" dentro de las de iPhone y no se pueden cobrar aparte) y la plataforma es tan distinta a lo que teníamos hasta ahora que no sólo es difícil diseñar buenas apps para ella, también es complejo encontrar una justificación para portar muchas aplicaciones a la muñeca. A todo ello tenemos que sumarle que esta no ha sido la única plataforma que se estrenado este año, también ha llegado el Apple TV. Y ambos se unen a un amplio ecosistema existente formado por iPhone, iPad y Mac.

El 52% de los usuarios tiene 10 apps o menos instaladasEn cualquier otro producto estas "expectativas incumplidas" podrían suponer una decepción para los usuarios y futuros compradores, sin embargo, parece que con el Watch no ocurre. Un estudio realizado por Wristly asegura que el 97% de los usuarios están satisfechos con la compra, algo en lo que seguro tiene que ver que solo el 20,8% de los que lo han comprado lo haya hecho por ser un "ordenador en la muñeca". Según otro estudio realizado por iMore el 52% tiene menos de 10 apps instaladas y el 78% tiene 20 o menos. El mismo estudio también asegura que las notificaciones (98%), reloj (84%), salud (77%) y comunicaciones (72%) son las características más importantes para sus dueños.

Estos datos dejan claro que la gente no ve el reloj como si de un "ordenador" más se tratara, si no más bien como un lugar donde encontrar información útil a lo largo del día. O lo que es lo mismo, como se han venido usando los relojes desde que se llevan en la muñeca. Esto hace que los usuarios no busquen e instalen apps de la misma forma que en otros dispositivos, si no que quieran llevar al reloj la información y funciones que ya tienen en su iPhone o iPad.

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