La guerra de las transportes en las ciudades está llegando a nuevos niveles. No había suficiente polémica con la naturaleza de las entidades en sí, Uber, Lyft o Didi Kuaidi, que ahora se encuentran enzarzados en llegar a gestionar, y mejorar, las experiencias de los usuarios que optan por tomar estos servicios. Todo se resume en la diferenciación como necesidad de llegar más allá de un mero paseo en coche; el problema es que esas peculiaridades terminan por hacerlos prácticamente iguales.

Cuando una de las empresas lanza una novedad, su rival no tarda en tirarse también a la piscinaEn el caso de Uber, se ha activado la opción de que los usuarios accedan a varios entretenimientos para hacer más soportable su trayecto. La compañía, que ya cuenta con algunas opciones, ha invitado a los desarrolladores del mundo a que colaboren con su objetivo. Y, con escasas horas de diferencia, Didi Kuaidi ha hecho algo parecido: la versión china de Uber ha liberado su propia plataforma para desarrolladores y terceros. A la limitación inicial de 30 aplicaciones colaboradoras, entre las que se encuentran Tencent Maps, WeChat y Alipay, se le unen una lista infinita de opciones ya que ahora no se imponen limitaciones. ¿Coincidencia? Es posible que no...

La protección tradicional de China, sobre casi todos sus ámbitos, abre fronteras con la apertura de sus códigos de diseño, y todo con un objetivo: luchar contra Uber. De momento sus resultados no van mal parados; si bien Uber anunciaba recientemente que la valoración de su delegación en China alcanzaba los 7.000 millones de dólares Didi Kuaidi respondía casi duplicando el valor: 16.500 millones.

Aunque ciertamente, para entender esta diferencia, hay que tener en cuenta que Uber es global, pese a que entorno a Didi corren rumores de expansión. Sin embargo, la lucha lleva tiempo centrándose en el intento por desprestigiar al contrario. Si Uber anuncia que llega al millón de usuarios diarios, Didi responde con sus 3.000, el 80% de la oferta, y subrayando el apoyo que el Gobierno tiene puesto en ellos. A su vez, la californiana rebate con que la China es una copia barata de algo que ellos iniciaron. Desde luego, a todas luces, la lucha de estos titanes promete no ser nada limpia y cualquier motivo vale para deshacerse de Uber; como ya demostró Lyft con su alianza con Didi.

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Didi Kuaidi, un imperio con poco tiempo de vida

Se han escrito ríos de tinta, o código, sobre Uber. Pero el imperio de de la startup china data de fechas bastante más recientes que las de su enemigo Uber. La empresa norteamericana veía la luz en 2008, sin embargo la china ha tenido que esperar hasta 2012 para tener su versión de transporte, pero que no ha terminado siendo la definitiva. Hace cuatro años nacían Didi Dache y Kuaidi Dache, pero no fue hasta 2015, cuando se unificaron en lo que hoy conocemos como Didi Kuaidi, fecha en la que realmente despegaron en el mercado. Una coincidencia que se une al hecho de que ha sido el año en el que, por otro lado, ha atraído su récord de rondas de financiación.

Contar entre tus inversores con figuras como las de otro gigante, Alibaba, ayuda a mejorar las cuentas de cualquiera. Así como Beijing Automotive Group, que no solo aporta dinero también coches. Y como este, otros grandes fondos asiáticos e internacionales que confían en Didi como la startup que ganará la guerra de los transportes para las ciudades.

Cierto es que el mercado chino es mucho más grande que cualquier otro que podamos imaginar, por lo que la rápida expansión de Didi se ha visto reflejada en una amplia necesidad de demanda. Quizá reflejo de lo mismo que Uber vio en Estados Unidos. Veremos si esto le funciona también a Uber en China.

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