Una amenaza de bomba en el interior del avión JJ8065 de TAM Airlines, que cubría el trayecto entre Madrid (España) y São Paulo (Brasil), obligó a la compañía a regresar al Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas en la noche del 14 al 15 de diciembre. La información inicial fue difundida por el servicio Air Live.
El avión volvió hacia Madrid cuando se encontraba sobrevolando el espacio aéreo de Marruecos. Según confirmó la propia TAM Airlines en su cuenta de Twitter, la notificación de la amenaza de bomba procedió de las autoridades españolas. Tras dos horas y media de vuelo, el avión JJ8065 aterrizó en el aeropuerto de Barajas escoltado por un Eurofighter que salió de la base aérea en Albacete según algunas fuentes y los pasajeros fueron evacuados de la aeronave sin mayores incidencias.
Actualización 15 de diciembre a las 13:30 h: Tras cerrar el aeropuerto de Madrid de forma momentánea -aunque la circulación se reestablecería una hora después-, el avión JJ8065 fue inspeccionado por las fuerzas de seguridad en un lugar apartado de la terminal de pasajeros, con el objetivo de esclarecer si se trataba de una amenaza real de bomba o por contra era una falsa alarma. Esta misma mañana, TAM Airlines ha señalado que "la amenaza de bomba no se confirmó" y que siguieron los protocolos de seguridad establecidos por las autoridades españolas. Los pasajeros recibieron asistencia por la compañía, que fletará el vuelo JJ9600 hoy a las 20:30 h para retomar el trayecto entre Madrid y São Paulo.
La supuesta amenaza de bomba a bordo del vuelo que cubría la ruta Madrid-São Paulo se ha producido en la última semana de campaña electoral antes de los comicios del próximo 20 de diciembre. El gobierno español mantiene el nivel de alerta antiterrorista en el riesgo 4 sobre 5 (alto), determinado en junio de 2015 tras los atentados de Charlie Hebdo, Túnez, Kuwait y Somalia y reforzado el pasado mes de noviembre después de los ataques de París. Por fortuna, al igual que ocurrió con una "mochila sospechosa" en la madrileña plaza de Cuzco hace una semanas, todo ha resultado ser una falsa alarma.