master of none

No podía dejar ir el año y tener pendiente uno de los estrenos de Netflix de 2015. Dado que el rango de calidad de lo que producen es increíblemente alto, no es difícil pensar que la comedia de autor de Aziz Ansari sería un buen plato de entretenimiento. No soy muy fan del standup comedy que tanto aman en los Estados Unidos, así que nunca había visto nada de Ansari, que ya había hecho un show con Netflix anteriormente. No tenía idea que fuese tan buen actor, y que además creara, escribiera y produciera esta serie, es verdaderamente fenomenal.

Master of None es una comedia como ninguna otra que haya visto. Si bien Unbreakable Kimmy Schmidt y Grace & Frankie son de lo mejor que produjo Netflix este año, la comedia de Aziz se destaca por lo educativa, diversa y actual que es, hasta parece que lo hacen sin mucho esfuerzo.

Te ríes y piensas

master of none

Master of None es la antítesis de la comedia norteamericana clásica, esa donde los chistes son sexistas, racistas, y ofensivos para medio mundo. Humor barato donde los Charlies Sheen del mundo pueden hacer el papel de ellos mismos, humor desagradable que a muchos simplemente nos nos agrada.

Master of None está más cerca de Last Week Tonight con John Oliver que de cualquier otro sitcom. Es la prueba de que se puede hacer buena comedia, no solo siendo sano y teniendo buen gusto como el caso de Modern Family, sino además haciendo crítica social.

Ansari y compañía se dan el lujo de intentar crear consciencia sobre problemas de todo tipo: el racismo, sexismo, el trato a los ancianos, la inmigración, el problema generacional, el no querer tener hijos, etc. Apenas puedo creer que en media temporada de episodios de 30 minutos se de una bofetada tan real en la cara a tantos problemas culturales no solo de USA sino del resto del mundo, que el resto de la televisión prefiere ignorar. Que mientras lo haga te mueras de risa, y disfrutes de unos personajes que son fáciles de querer, casi adorables, es casi increíble.

Diverso sin esfuerzo

master of none

Master of None es además refrescante no solo por su humor inteligente, sino por su representación del mundo real, ese donde no todo el mundo es blanco. Soy fan eterna de Friends, pero no se puede negar que según la serie Aisha Tyler es la única persona negra en Nueva York. En el mundo real somos de diferentes razas, edades, procedencias, orientación sexual, opiniones, ideas políticas, de gatos o perros... En la serie de Ansari no solo el hindú es el protagonista y no el amigo nerd, el taxista con turbante o el vendedor del supermercado, sino que se rodea de otros hijos de inmigrantes, de afroamericanos, de gente gay, de mujeres, y también de gente blanca.

Es una serie donde las minorías están mejor representadas que el resto de la gente. Es simplemente una bocanada de aire fresco en un medio que insiste en que no puede haber gente diferente al frente del show, o al menos no más de uno o dos.

Y, al final de todo, Master of None es buena televisión, es entretenimiento en su mejor forma, es una comedia que te hace reír sin parar, y que ademas se toma la molestia de incluir una reflexión en cada chiste. Es sin duda de lo mejor del año, y la recomiendo de aquí a la Luna.

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