El caucho natural es un elemento que se encuentra presente en casi todos los vehículos. Seguramente pienses que es lógico puesto que los neumáticos se realizan con este material, pero más allá de este elemento, en el interior de los coches una gran parte de las piezas puede llegar a contener caucho natural.
Ford está investigando tanto con fuentes sostenibles como alternativas para lograr reducir la dependencia del caucho natural a la hora de diseñar sus vehículos. En colaboración con el departamento de la Universidad de Ohio especializado en investigación agrícola y con el Centro de Desarrollo de Gomas Alternativas Naturales están trabajando con la raíz de diente de león ruso para zonas como los bujes de la suspensión y soportes de motor.
Un Ford Fiesta contiene 3 kilogramos de caucho natural sin contar a los neumáticos.
Las primeras pruebas están centrándose, como decía, en el diente de león ruso, un material que ya emplean los fabricantes de neumáticos para crear sus compuestos. Con este elemento natural ya se crean trajes de neopreno y guantes médicos, el siguiente paso será la llegada a los vehículos.
El mercado del caucho natural mundial acumula anualmente 9,7 millones de toneladas de material, una demanda que no para de crecer y que ataca directamente contra los árboles de caucho tropicales. Pero además también existe una tremenda fluctuación del precio del caucho natural producido por el costo del envío internacional y el coste de extracción.
Es por estos dos motivos (medio ambiente y costes) que Ford está buscando la forma de obtener un material con unas propiedades similares al caucho natural pero con un coste estable y sin que ello conlleve una huella permanente en el medio ambiente.
Las primeras pruebas han desvelado que no existen muchas diferencias con respecto al caucho natural, pero estamos ante un proyecto del que veremos su primer prototipo en un año y las primeras aplicaciones comerciales en al menos cinco.