¿Os acordáis de A123 Systems? Es una compañía que parecía se iba a hacer con el mercado de baterías de litio para coches eléctricos pero en 2012 Consumer Reports detectó un error en las baterías que suministraba al Fisker Karma que hacía que la batería llegaba a morir sin ningún aviso. La pérdida de prestigio fue increíble y al final la empresa fue absorbida por Wanxiang y no han vuelto a realizar baterías para coches eléctricos.
Ahora mismo tan solo queda un vehículo que hace uso de estas baterías, el Chevrolet Spark EV, pero dentro de poco seguirá el camino del Volt y usará las creadas por LG. ¿Cuál es el camino entonces de A123 Systems? Abordar el sector de los microhíbridos y suministrarles baterías de arranque con tecnología de litio de gran capacidad que les permita recorrer algunos metros en modo eléctrico o bien ayudar al motor de gasolina/diésel cuando mayor demanda de combustible necesite.
El objetivo de los microhíbridos no es recorrer muchos kilómetros sin gastar gasolina, sino gastar poca durante todo el trayecto.
Las baterías de arranque de litio desarrolladas por A123 Systems presentan cuatro ventajas muy claras con respecto a las convencionales:
- La temperatura de rendimiento es mucho más fría que las de plomo por lo que no se corre el riesgo de sobrecalentarlas si se usan mucho, frecuentes cargas y descargas producidas por la conducción de un microhíbrido.
- Son hasta un 60% más ligeras.
- Su vida útil es cuatro veces superior a una batería convencional de plomo.
- La fiabilidad es más elevada por lo que los costes de mantenimiento se reducen.
A123 Systems ha entendido que los fabricantes no quieren confiar en ellos lo más importante de un coche eléctrico, pero en sistemas auxiliares pueden encontrar un pequeño nicho de mercado. La compañía está lista para comercializarlas y ofrecer a los coches con sistemas de arranque y parada del motor una nueva vida al poder estar más tiempo con el coche parado ante una retención y gastar menos gasolina.