En 2013, el LG G2 nos sorprendió a todos: una buena pantalla, una autonomía maravillosa y un diseño extremadamente ergonómico. Indudablemente, se convirtió en uno de los mejores smartphones de aquel año. De hecho dudo mucho que alguien cuestione esa sentencia a día de hoy.
En 2014, **el LG G3 también nos sorprendió a todos, pero en el mal sentido. Era un smartphone completo, sí, pero en la gran mayoría de apartados se encontró ligeramente por detrás de sus principales rivales (pantalla, autonomía, rendimiento, etc.). Algo que, unido al hype generado previamente como consecuencia del buen trabajo realizado con el LG G2, se tradujo en una gran decepción.
Llegados a este punto, el reto con el LG G4 era, cuanto menos, de gran calibre. ¿Habrán conseguido cumplir las expectativas? Aun es pronto para responder con certeza a esa pregunta, pero muchas de nuestras dudas sí han desaparecido tras esta primera toma de contacto que hemos podido tener con él.
Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.
Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito
Hubo un error, actualiza la página e inténtalo nuevamente