Un perro del tamaño de un ratón o una aguja más grande que un edificio son solo algunos de los elementos que los pacientes de micropsia, también conocido como el síndrome de Alicia en el país de las maravillas, pueden ver. Esta rara enfermedad hace que las cosas se perciban de un tamaño anormal, especialmente los miembros del propio cuerpo, que parecen agigantarse o reducirse de manera chistosa. Algunos viven la micropsia con bastante naturalidad pero hay quien la padece con miedo y desconfianza. Por su parte la ciencia todavía trata de explicar su funcionamiento. Aunque se conocen muchas de las causas tras este extraño síndrome, todavía no se sabe cómo o por qué ocurre realmente. Como en el cuento de Carrol, los pacientes del síndrome todavía están perdidos en un inquietante mundo.

Micropsia, ¿cómo se vive?

El síndrome de Alicia en el país de las maravillas tiene dos variantes conocidas. Los dos síndromes, que se denominan de manera parecida, provocan que se aprecien los objetos con un tamaño inusual, gigantes o diminutos. Uno de ellos afecta principalmente al propio cuerpo, viendo distintas partes del mismo crecer o reducirse y alejarse sin razón aparente, como en la misma alegoría de Carrol. La otra variante actúa sobre objetos distantes, pudiendo falsear por completo la percepción que tenemos sobre las cosas. Ambos suelen afectar, principalmente, durante la niñez, aunque hay quien lo padece toda su vida. Para estas personas, de pronto, la lengua adquiere el tamaño de una lengua de vaca o una pared, al otro extremo de la habitación, se vuelve diminuta y se aleja kilómetros. La lengua se vuelve como la de una vaca y la pared se aleja y se torna diminutaDe pronto los pies se encuentran a varios metros de distancia o las manos se vuelven enormes y abombadas.

Normalmente el síndrome se presenta en ataques que pueden durar varias horas y de improviso. Sin embargo, también puede presentarse, de manera puntual antes de un ataque de migraña o ante una infección por mononucleosis. Esto lo hace muchísimo más difícil de estudiar que otros síndromes de origen neurológico. Porque los investigadores creen que, efectivamente, esta es su naturaleza. No puede ser otra. Pero más allá de esto, la micropsia es un auténtico misterio. De hecho, las últimas investigaciones apuntan a que el síndrome de Alicia en el país de las maravillas podría ser mucho más común de lo que aparenta. Pero al desaparecer por su propia cuenta y resultar relativamente inofensivo, pasaría muy desapercibido. Sin embargo, aquellos que lo padecen de adultos y llegan a desarrollar síntomas de paranoia al respecto están indefensos pues no tiene tratamiento.

El cerebro es el que ve las cosas

Como decíamos antes, el problema parece encerrar una profunda razón neurológica. Con toda seguridad, aunque se ha tratado de buscar otro tipo de explicación, la micropsia se origina en el cerebro. Por ejemplo, los últimos estudios de los especialistas lo relacionan con la migraña crónica o con la epilepsia. Sin embargo, analizar el cerebro bajo resonancia magnética funcional no da como resultado ningún tipo de patrón aparente. Cómo se desencadena la micropsia en el cerebro sigue siendo todo un misterio. Actualmente varias líneas de investigación tratan de seguir al síndrome a través de la genética, aunque todavía sin resultado. Ya que el síndrome se manifiesta especialmente durante la noche, probablemente esté relacionado con el sistema sensorial, con los sentidos. Una Los últimos estudios no encuentran ningún patrón cerebral propio del síndromecombinación de los mismos que desencadena la "mispercepción" de los objetos y del propio cuerpo.

Algo parecido ocurre con la sinestesia o los efectos alucinógenos provocados por las drogas, donde el cerebro "conecta" incorrectamente diversos estímulos y diferentes percepciones. Sin embargo aquí sí que podemos detectar patrones representativos. Aunque el síndrome de Alicia en el país de las maravillas no resulta peligroso, cada vez más científicos se sienten interesados en este tema. No solo por su tratamiento y seguimiento, sino por las respuestas que esconde semejante condición. Respuestas que podrían abrir un mundo nuevo de conocimientos sobre el cerebro. Quién sabe lo que podremos descubrir dentro de unos años al respecto. Pero mientras tanto, los pacientes seguirán viviendo episodios parecidos a los de la propia Alicia, mientras viven en su propio país de las maravillas.

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