En un evento de Microsoft en el que no hemos visto demasiadas novedades más allá de los nuevos Lumia 640 y Lumia 640 XL, y que ha sido un repaso a todo lo presentado anteriormente por Microsoft: demos de Cortana en el PC, la nueva versión de Office tanto para escritorio como para móvil, la gigantesca Surface Hub, hemos podido probar los nuevos smartphones de Microsoft, y la sensación es agridulce: aunque son dispositivos decentes (especialmente el Lumia 640 XL), no consiguen traer nada rompedor a la mesa.
Lumia 640
Con una pantalla de mejor calidad y el doble de memoria RAM, la experiencia de manejar el 640 es más placentera que con el Lumia 630.
La principal "decepción" de estos terminales: vienen con Windows 8.1 y no con Windows 10, aunque es comprensible debido a que aún va a tardar en llegar.
La cámara puede definir perfectamente a los Lumias presentados: correcta, pero nada destacable y sin mejora con respecto a su predecesor.
Alejándose del plastico mate del 630, el Lumia 640 llega con un plástico glossy y de textura más suave al tacto.
La sencillez llevada al extremo. Sólo un puerto de carga y puerto para los auriculares en sus bordes superior e inferior.
Lumia 640 XL
Pese a tener densidad de píxeles que su hermano menor, la pantalla del Lumia 640 XL es sorprendentemente buena y nítida. Gran trabajo en ese aspecto.
Otro aspecto positivo es la cámara del Lumia 640 XL, con óptica ZEISS y sensor de 13 megapíxeles, bastante superior a la del 640.
El acabado mate del Lumia 640 XL le confiere un aspecto más elegante que el glossy, especialmente en color blanco o negro.
Cuenta con un perfil bastante fino y su botonera es agradable al tacto. Está claro que Microsoft ha hecho todo lo posible para que el tamaño no perjudique al manejo del Lumia 640 XL.
Al igual que en modelos anteriores de Lumia, el Lumia 640 y 640 XL cuentan con botones integrados en pantalla, lo que ayuda a reducir el tamaño final del dispositivo.
