Comprar un coche puede salirte barato si consigues negociar el precio y acceder a descuentos o subvenciones gubernamentales, pero mantenerlo ya es otra historia. Impuestos de circulación, seguros, parking y desde luego, el combustible que consume el vehículo. Una dura carga económica que parece no tener fin y mientras que los híbridos o 100% eléctricos no han hecho más que comenzar a despegar, los usuarios tenemos que agudizar el ingenio para conseguir ahorrar de alguna parte. Con este objetivo principal nace la conducción eficiente y nosotros os descubrimos los secretos y trucos detrás de un método de conducción capaz de conseguir un ahorro sustancial de combustible y reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera.

¿Qué es la conducción eficiente?

La conducción eficiente es mucho más que una serie de consejos y trucos para conseguir ahorrar más. En palabras de Roberto Ramos, Técnico en Seguridad Vial y Movilidad de la CNAE, la conducción eficiente son todas aquellas pautas a la hora de conducir que buscan no sólo ahorrar combustible sino también mejorar nuestra habilidad como conductores haciendo que poseamos un mayor grado de anticipación a los hechos que hay en la carretera. Ahorro económico, menor impacto al medio ambiente y más seguridad en la carretera Así no sólo reduciremos en torno a un 10-25% de combustible sino que también podremos minimizar la expulsión de gases contaminantes e incluso elevar el nivel de seguridad de nuestras carreteras.

Este método para conducir ha tenido preocupadas a las grandes empresas del sector del automovilismo, que buscan atraer a más clientes haciendo sus productos más eficientes, tanto para el bolsillo del conductor como para reducir su impacto en el medio ambiente. Entre ellas Ford, que con tecnologías como los motores EcoBoost 1,5 litros son capaces de ofrecer un rendimiento en la conducción más que notable. Esta y otras tecnologías en la conducción eficiente fueron mostradas a la prensa en Colonia (Alemania) donde los periodistas pudimos probar en nuestras propias carnes cual es la diferencia entre conducir de forma habitual a conducir eficientemente.

6 trucos para conducir eficientemente

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Aunque los argumentos de aumentar la seguridad vial y reducir la huella ambiental de cada uno de nosotros pueden sonar bonitos, realmente lo que puede interesar a más de uno es saber cómo puede ahorrar dinero mientras conduce. Gracias a la labor de infinidad de instructores en conducción e investigadores del sector, se ha llegado a una serie de pautas, técnicas y trucos para conducir eficientemente:

1. Acelerar y frenar suavemente

Este simple hábito que tan poco arraigado está en los conductores puede suponer una diferencia abismal en el ahorro de combustible. Este truco abarca muchos otros como la atención a no acelerar cuando se está arrancando el vehículo y no esperar minutos a que éste se caliente. Con unos mínimos conocimientos de mecánica se puede conocer que con los nuevos automóviles poseen unos elementos de fricción del motor y engranajes de calidad que hacen innecesario esperar más que unos segundos.

2. Bajar la ventanilla

Aunque este punto ha sido uno de los más controvertidos en la historia de la conducción eficiente, que supuso incluso que los míticos MythBusters (Cazadores de Mitos) le dedicaran un episodio. ¿Es cierto que si tenemos las ventanillas bajadas consumiremos más combustible? Los últimos estudios hacen indicar que no, aunque siempre dependiendo de la velocidad a la que estemos circulando debido a la resistencia al aire. Cuanto más rápido vaya el automóvil más resistencia habrá con la ventanillas bajadas por lo que tendremos que acelerar y conducir más. Al contrario, si circulamos a una velocidad media, las ventanillas bajadas se posicionan como un método para ahorrar combustible mucho más efectivo.

Además apagar el climatizador y el asiento calefactado, en caso de tenerlo, reducirá el consumo en un alto porcentaje. Son dos suplementos que deben ser utilizados conscientemente siempre y cuando el habitáculo del vehículo se encuentre por debajo de los 20 grados en entornos fríos durante un tiempo prologando.

3. Cuidado con los cambios de marchas

Según diferentes estudios de Ford, cambiar de marchas cuando se está acelerando ayuda a reducir el consumo de combustible entre un 10 y 15%, además de reducir las emisiones directas de CO2. Es importante seleccionar marchas largas cuando la carretera lo permita. Si por ejemplo en una determinada vía podemos circular a cuarta marcha en vez de tercera deberíamos hacerlo para ahorrar combustible.

Prestar especial atención a los cambios de marchas que deben realizarse en torno a las 2000-2200 revoluciones por minuto en motores de gasolina y en torno a las 1500-1800 revoluciones en motores de gasóleo según los expertos. Todo ello sin la necesidad de tener que pasar marcha por marcha, pudiendo saltárselas sin ningún problema si así lo requiere la circulación.

4. Apagar el motor

Aunque no hay una norma escrita, al menos en la mayor parte de los manuales de circulación del mundo, lo cierto es que prácticamente todos los profesores de autoescuela recomiendan apagar el motor si vas estar estacionado más de 1 minuto en la carretera (un atasco, un semáforo/stop, problemas en la vía, un accidente, etc). Los vehículos equipados con tecnología Auto-Start-Stop no tienen estos problemas ya que automáticamente pueden apagar/encender el motor rápidamente ahorrando combustible y emisiones.

5. Atención a las subidas y bajadas

A la hora de subir cuestas es mejor pisar el acelerador prácticamente hasta el fondo si la vía lo permite (aproximadamente tres cuartos del total de la pendiente). Contra la creencia popular, esto ahorrará más combustible que tan sólo reducir y pisar el acelerador muy poco para subir la pendiente lentamente.

En el caso de las bajadas ocurre el caso contrario. Si el software del vehículo lo permite, es importante dejar de acelerar ya que si tenemos una marcha ya engranada por encima del régimen de ralentí, nuestro consumo de combustible será prácticamente nulo.

6. Respetar los límites de velocidad y la distancia de seguridad

No está de más recordar que para una conducción eficiente debemos respetar las leyes de circulación vigentes en el país que nos encontremos, con especial atención a aquellas que hacen referencia a los límites de velocidad y la distancia de seguridad que se debe dejar entre vehículos. Es lógico saber que cuanto más rápido estemos circulando, mayor será el consumo de combustible. Por ejemplo, el hecho de conducir a 130 kilómetros por hora puede hacer que consumamos un 25% más de combustible que tan sólo a 112 kilómetros por hora. Y así en adelante.

Además mantener la distancia de seguridad entre los vehículos hará que en caso de frenada severa no haga falta pisar el freno en su totalidad sino que podamos hacerlo suavemente, atendiendo al primero de los trucos que os hemos mostrado sobre conducción eficiente.

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Estos junto con otros simples consejos de conducción eficiente como quitar la baca, comprobar la presión de los neumáticos todos los meses o eliminar el exceso de peso pueden hacer que ahorremos un hasta un maximo del 33% del combustible con el consiguiente dinero que esto supone. Al contrario de la creencia popular, conducir eficientemente no significa hacerlo de forma lenta o impidiendo que el resto de conductores puedan hacerlo adecuadamente; no hay ningún problema para conducir con estas pautas siempre y cuando el entorno lo permita.

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