Philae Agilkia

Imagen de Agilkia, el lugar de aterrizaje de Philae tomada por Rosetta. Fuente: ESA

Mañana será un momento histórico para todos los seres humanos. Como si de las películas Deep Impact o Armageddon se tratase, por primera vez una nave humana aterrizará sobre un cometa. El módulo Philae será el vehículo que cumplirá con ese honor tras más de diez años de viaje a través del espacio profundo.

El cometa 67P/Churyumov–Gerasimenko es el segundo destino de Rosetta, la sonda de la que ya os contamos todos sus logros hace unas semanas. Pero la tensión crece a medida que se acerca el momento de la verdad. El descenso de Philae sobre su superficie es difícil y peligroso, una misión que pone en juego millones de euros y una década de trabajo. Pero aunque Philae no alcanzase de la manera adecuada la superficie, aunque se perdiese la conexión al aterrizar, aunque nunca más supiésemos de él, la misión ha sido ya todo un éxito sin precedentes.

  1. Philae, el primer vehículo en pisar un cometa
  2. Así cabalgaremos sobre un cuerpo celeste
  3. En la superficie de un asteroide

Philae, el primer vehículo en pisar un cometa

Desde el pasado agosto Rosetta está orbitando al 67P/Churyumov-Gerasiemnko, observando detenidamente. Por su puesto todo este tiempo lo ha aprovechado para obtener toneladas de información sobre el cuerpo celeste, pero la guinda del pastel la pondrá Philae si todo va bien. Será la primera vez que aterrizamos en un cometa y lo haremos con un vehículo del tamaño de una lavadora pero que porta en su interior uno de los laboratorios más sofisticados de nuestro tiempo. En primer lugar el laboratorio es completamente automático, como imaginaréis. En segundo, es capaz de obtener información de todo tipo sobre la composición del cometa.

philae
Infografía del descenso de Philae. Fuente: ESA

Esto es importantísimo, tal y como os explicamos, para entender mejor cómo comenzó la historia de nuestro sistema solar y por tanto, como se formó el lugar donde ahora vivimos. Philae se encuentra a 500.0000Km de aquí y una vez que Philae se pose comenzará su trabajo que durará como mucho, hasta marzo. Philae nunca más verá la tierra, por supuesto, y el módulo será destruido al acercarse, el cometa, al sol. Lo que Philae nos mostrará es parte de la imaginación de todos los astrónomos del mundo. Aunque algunas cosas las sabemos ya, gracias a los miles de instrumentos que tenemos, la cantidad de información que obtendremos nos permitirá entender nuestro universo de una manera mucho más profunda además de asentar las bases para misiones futuras aún más excitantes.

Así cabalgaremos sobre un cuerpo celeste

El lugar de descenso de Philae se llama Agilkia, previamente llamado "Zona J", y que ha sido escogido por su estabilidad, orientación, y otra serie de parámetros que hacen posible que Philae baje sin perderlo al 100%. Y es que aterrizar en un cometa a 500.000Km de distancia es ante todo una tarea muy peligrosa. No sabemos a que se enfrentará el módulo y cómo lo hará, solo podemos disponer de unas instrucciones previas y hacer pequeñas modificaciones que llegarán tarde, así que vamos, como se dice, a la aventura. Vamos a ver qué fases ocurrirán durante el descenso:

Preparando el lanzamiento

Rosetta descenderá sobre el cometa preparando el lanzamiento de Philae sobre su superficie. Esto durará unas dos horas tras lo que los módulos se separarán y Rosetta tomará una órbita mayor, de nuevo, para seguir con su trabajo. Philae, por el contrario, comenzará a descender.

El descenso de Philae

Philae se dirigirá hacia el 67P/Churyumov-Gerasiemnko a una velocidad de 1m por segundo. El descenso ha de ser gentil ya que la gravedad del cometa, aunque relativamente pequeño, seguirá siendo peligrosa. El aterrizaje durará nada menos que 7 horas, aproximadamente. Durante este tiempo, Philae comenzará a tomar medidas, fotografías y datos de todo lo que encuentre a su paso.

Retomando la comunicación

Dos horas después de la separación, Philae tratará de retomar el contacto con Rosetta, la cual es la que envía la información a base. Este es un momento crítico pues si esta conexión no se realiza podríamos perder a Philae por completo y mucho antes de tiempo. A partir de aquí, si todo sale bien, obtendremos información completamente nueva, nunca antes obtenida. A partir de este momento habremos hecho historia.

Aterrizaje

Para aterrizar y mantenerse en el sitio, Philae porta dos arpones, unos propulsores superiores y unos taladros en las patas. Todo con al intención de mantenerse fijo en la superficie del cometa. La baja gravedad, la irregularidad del terreno y los materiales podrían hacer que Philae rebotase, no se fijase bien o cualquier otro fallo no previsto. Esto podría arruinar por completo el delicado laboratorio que porta el vehículo. Si Philae llega correctamente y se fija a la superficie habremos cumplido uno de los mayores éxitos de la cosmonáutica.

En la superficie de un asteroide

Una vez situados en la superficie del 67P/Churyumov-Gerasiemnko todavía pueden ir mal varias cosas. Philae interaccionará con el meteorito mientras Rosetta orbita a su alrededor y hace de baliza con la base, en la tierra. La conexión puede perderse en un momento dado, las baterías pueden fallar o los paneles solares estropearse. Suponiendo que todo salga bien, Philae tiene una autonomía de hasta 60 horas de trabajo. Tras esto, los paneles solares puede recargar su energía para seguir realizando pruebas pero, solo por si las moscas, el análisis se hará contra reloj. Con las mejores expectativas, Philae solo podrá trabajar hasta marzo de 2015 Con las mejores expectativas cumplidas, Philae podría trabajar hasta marzo donde perderemos su señal para siempre. El módulo quedará destruido a medida que el cometa se acerca al sol en su viaje de 6 años y medio alrededor de nuestra estrella. Pero mientras tanto, Philae obtendrá montones de información. Por ejemplo, los taladros son capaces de sacar materiales por debajo de la superficie del cometa, a 20cm, obtener una increíble panorámica u "oler" la superficie del cometa con todo detalle.

También se dedicará a tomar muestras y analizarlas para saber de qué está hecho el cometa en realidad además de sacar fotos concretas de la superficie, más finas que la panorámica. Toda esta información será obtenida en las primeras horas pero si mantenemos Philae con vida podríamos conocer cómo varía el cometa con el tiempo en su viaje por el espacio, al menos durante unos meses. Todo es poco para responder a las preguntas de nuestro origen y de cómo comenzó el sistema solar que conocemos. Por suerte, mañana estaremos un poco más cerca de saberlo.

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