Telefónica lleva bastante tiempo desplegando de forma gradual la tecnología necesaria en diferentes ciudades españolas para hacerlas inteligentes. Hace justo ahora dos años ya visitamos su mini-ciudad inteligente expuesta en Barcelona y os contamos algunas de sus peculiaridades, algunas de las características que hacen de una ciudad una smart city.
Dos años después, este despliegue ha continuado y ahora además se beneficia de novedades en el panorama de las telecomunicaciones en España. Por ejemplo, de la fibra óptica que ha aumentado exponencialmente su despliegue en este tiempo, y de la no-hace-mucho estrenada red 4G. De hecho, a día de hoy España es el país europeo con más ciudades inteligentes. Sobre el papel todo esto suena bonito: ¿qué hay realmente en cada una de estas ciudades?
Barcelona. En una ciudad tan turística como la capital catalana se está aprovechando el auge de las aplicaciones que utilizan los turistas para descubrir la ciudad. Protegiendo la privacidad del usuario, se extraen los datos a nivel masivo para determinar qué carencias o necesidades tiene y poder trazar mejor las líneas de actuación en este plano.
Santander fue la primera ciudad española en la que Telefónica comenzó el proyecto de las smart cities, gracias en parte a la financiación que llegó desde la Comisión Europea. En la capital cántabra se ha puesto peso en las arquitecturas, tecnologías, aplicaciones y servicios del Internet de las Cosas, a.k.a. Internet of Things. De hecho, de ello principalmente hablamos en la visita de hace un par de años. El mejor ejemplo quizá sea el de los parkings inteligentes, que optimizan mediante los sensores colocados bajo el asfalto el aparcamiento de vehículos en la ciudad. También hay iniciativas en torno a la monitorización mediambiental, el riego inteligente, la realidad aumentada, la medición inteligente y, a cuento del parking inteligente, la monitorización de la intensidad del tráfico para optimizar la circulación de vehículos en calles y carreteras.
Zaragoza estrena la solución Smart Step que se introdujo previamente en Reino Unido a través de O2. Consiste en la posibilidad de extraer datos anónimos y agregados, nunca personales e individuales, que indiquen cómo se desplaza la población, desde dónde y hasta dónde. Así e puede planificar mejor el transporte de la ciudad.
Valencia. En la ciudad del río Turia gana fuerza el Open Data, o la política de apertura de datos. El Open Data sirve como base de plataformas y procesos abiertos y participativos. En Valencia es donde Telefónica obtuvo su primera adjudicación en España de una plataforma de ciudad inteligente basada en Fiware.
Logroño es uno de los casos más recientes, ya que Telefónica lleva desde octubre de 2014 trabajando en un proyecto que centralice los servicios de tráfico, alumbrado exterior y el número de teléfono 010 de atención al ciudadano. Esto se conoce como Plataforma Smart.
Sevilla. La capital hispalense tiene soluciones para digitalizar y transformar la forma en que opera el puerto de mercancías de la ciudad. En este proyecto participan junto a Telefónica la Universidad de Sevilla y empresas como Thales, Portel e Isotrol. El objetivo es sistematizar la logística (carga transportada, vehículo empleado, infraestructura portuaria...) para mejorar su rendimiento.
Otros. En el caso de Málaga hay un proyecto piloto para gestionar el alumbrado público de la ciudad. En Cantabria, al margen de los proyectos propios de la pionera Santander, existe un proyecto para aumentar la eficiencia energética de los edificios, así como una plataforma de datos abiertos. En Asturias se está habilitando la tecnología para permitir el pago NFC en el transporte público asociado al Consorcio de Transportes de Asturias.
¿Cómo funciona el parking inteligente?
Uno de los pilares más conocidos de una smart city es el parking inteligente. Básicamente consiste en dotar de sensores a cada plaza de aparcamiento que permita detectar si está ocupada o no. Esto se conecta con una aplicación que puede consultar cada conductor en el momento en que desee buscar aparcamiento. Así, puede ver rápidamente dónde hay una plaza y dirigirse a ella, o esperar parado hasta que haya una cercana al lugar que desea llegar.
De tecnología reactiva a tecnología predictiva
En la rueda de prensa, Luis Miguel Gilpérez, Presidente de Telefónica España, se ha referido a su empresa como "la compañía que quiere ser el cerebro de estas ciudades", apostando para ello por tecnologías abiertas, basadas en estándares, interoperables y transversales. También ha hablado del "orgullo" que le supone formar parte de Telefónica, ya que ha participado de forma muy activa en estos proyectos que han dejado, ahora mismo, a España como ciudad europea con más ciudades inteligentes.
Al concepto que encabeza estas líneas se ha referido Iñigo de la Serna, alcalde de Santander. Según él, ya tenemos a nuestro alcance tecnología capaz de anticiparse a nosotros, de adaptarse antes de que podamos necesitarla. Para ilustrarlo ha puesto algunos ejemplos:
Contenedores. Con sensores colocados en su interior, sería fácil detectar cuándo están llenos y proceder a su recogida. No sería algo universal ni válido en todos los casos: en residuos orgánicos esto puede ser un problema si se dejan bolsas de basura durante días esperando a que se lleno. Va más por contenedores de vidrio o de papel, por ejemplo.
Monumentos arquitectónicos. Es usual que los monumentos históricos con cierta antigüedad se vayan deteriorando y puedan romperse, desplomarse en parte, etc. La solución aquí pasa por colocar sondas en su interior que avisen en el momento en el que la estructura comience a debilitarse, para actuar antes de que se rompa o caiga, y no después.