Este martes 19 de marzo la Cámara de Diputados ha comenzado a abordar la Reforma en materia de Telecomunicaciones para evaluar la aprobación de una propuesta que, de realizarse, representaría un precedente único en la materia para el país, en un escenario donde el asunto se ha mantenido relativamente abandonado e indiferente de los avances tecnológicos (hasta cierto punto), con respecto a la competencia y la demanda real del país, particularmente en el campo de la telefonía móvil.

Desde esta perspectiva México tiene años estancado con una legislación que no es la más adecuada para la realidad actual, favoreciendo el terreno para diversas prácticas monopólicas, pero ¿de qué va esta iniciativa y cómo afecta a los ciudadanos? Cualquier usuario de telefonía móvil, con conexión a internet o que mira televisión debería interesarse.

¿De qué trata?

La iniciativa surgida del Consejo Rector del Pacto por México pretende acabar con los monopolios en el ramo de las telecomunicaciones, facilitando la oferta y probabilidad de interconectividad de los servicios, de manera que los usuarios tengan mayor libertad de consumo. Sí, en el fondo se trata de una reforma que estimularía el mercado con una mayor gama de empresas y modalidades de productos. Esta propuesta incluso incluye directamente la licitación de dos nuevas cadenas de televisión abierta, como parte de la eliminación de prácticas monopólicas empresariales, bajo el objetivo de abrir la competencia para dar más alternativas de precios y calidad en televisión abierta, restringida y en telefonía.

Creando un órgano gestor y regulador de las actividades de este ramo, denominado como el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFETEL), mismo que tendría facultades para otorgar concesiones de radio, televisión y telecomunicaciones; teniendo el poder legal para investigar a empresas del ramo, sancionarlas en caso de violación de los nuevos estatutos e incluso obligarlas a compartir infraestructura. Regulando así el acceso a insumos, "ordenando la desincorporación de activos, derechos, partes sociales o acciones de los agentes económicos, en las proporciones necesarias para eliminar efectos anticompetitivos", según señala la propia iniciativa. Sin embargo esto trae algunas consecuencias que plantearían un escenario muy distinto al actual.

Las letras pequeñas del juego abierto

La aprobación de esta Reforma de Telecomunicaciones y la instauración del IFETEL abre la puerta a distintas posibilidades comerciales que pueden verse reflejadas en un mediano plazo en el impacto a los bolsillos de los consumidores del país. La propuesta dentro de sus líneas contempla permitir inversión extranjera hasta en un 100% para el establecimiento de nuevas compañías del ramo. Esto significa que próximamente podrían verse a distintas empresas transnacionales instalándose y ofreciendo sus servicios a lo largo de la nación, afectando a los negocios ya establecidos, siendo América Móvil (mejor conocido como Telcel) el que aparentemente sería el principal afectado.

Sin embargo otros puntos interesantes que contempla esta iniciativa se refieren al establecimiento de empresas públicas (con opción a aceptar inversión de capital privado) que ofrezcan servicios de red mayoristas en la controversial banda de 700 MHz, abriendo el mercado a la red 4G, lo cual en teoría podría volver más accesibles los costos de contratar un servicio de internet para el hogar. Pero más allá del terreno de telefonía móvil, el documento busca refrescar la legislación en materia de radio y televisión, donde la leyes vigentes poseen décadas de relativo estancamiento.

Uno de los puntos más atractivos desde este aspecto involucra la posibilidad de que la Ley Federal de Radio y Televisión se homologue con la de Telecomunicaciones, y abriría el campo entre sus múltiples propuestas, de que las estaciones de Radio y Televisión propiedad del Estado ofrecieran la posibilidad de recibir patrocinios y donaciones por parte de la iniciativa privada (lo cual es un arma de doble filo) así como obligar a los canales de Televisión abierta, entiéndase Televisa y TV Azteca, a volver gratuitos sus canales en servicios de paga. De igual manera ambas cadenas por principio del proyecto no podrían participar en las licitaciones de las nuevas concesiones, abriendo el terreno a nuevas empresas, donde muy posiblemente el Grupo MVS o alguna otra empresa del reducido gremio podrán entrar al mercado.

Una de las situaciones (y peligros) que se observan ante esta iniciativa de Reforma en Telecomunicaciones es la posibilidad de que las empresas de los tres ramos: Radio, Televisión y Telecomunicaciones, comiencen a rotarse entre sí mismas para ofrecer servicios entre los distintos ramos, de modo que podríamos tener a un grupo radiofónico intentando lanzar su canal de TV, o a una televisora incursionando en el ramo de las telecomunicaciones...

Esta situación a final de cuentas abriría un poco el oligopolio, pero seguiría siendo eso.

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