Telefónica ha aprovechado el Móvil Forum Conference 2012 celebrado el 21 y 22 de noviembre en Barcelona para exhibir sus apuestas tecnológicas para el futuro de las ciudades a corto y medio plazo: las SmartCities, ciudades hiperconectadas para beneficio de sus ciudadanos, de su economía, y de la Administración.

Mediante un paseo en el que Fran Guardia, consultor del Centro de Demostraciones de Telefónica, nos iba explicando los pormenores de cada punto, pudimos observar cuáles son las áreas de actuación urbanas de estas SmartCities.

Sanidad

En este campo hay una doble vía de actuación. Por un lado, la creación de aplicaciones para seguir a distancia a enfermos crónicas, para agilizar tiempos de espera y evitar a éstos que tengan que desplazarse hasta su hospital o ambulatorio cuando ya se pueden ofrecer soluciones en los casos en que es viable. Por otro lado, la creación de una aplicación de la Seguridad Social española de aparición inminente (finales de año) para Android y iOS, con la que realizar los trámites más habituales.

Actualmente hay cinco trámites básicos , pero se espera ir ampliando la lista hasta los doscientos. Desde pedir cita previa al médico de cabecera hasta pedir un historial de vida laboral. La idea básica es poder eliminar el engorroso certificado digital que demanda la página web, ya que con los datos que ya tiene la S.S. y el sistema creado, la fiabilidad es muy elevada, habiendo distintos niveles de seguridad según se trate de trámites simples o de otros más personales y confidenciales.

Parada de autobús

Seguramente la apuesta más fuerte, conocida como la Smartquesina. Como indica su nombre, una marquesina inteligente que deriva en beneficios tanto para usuarios como para comercios y la propia administración local. Desde la propia marquesina se pueden comprar los billetes, consultar tiempos de ruta, etc. con smartphones con chip NFC. Lo innovador llega sobre todo con la cámara que vigila de forma activa a las personas que esperan.

Si son muchas, enviará una alerta automática al conductor que tenga que llegar para que se apresure. Es capaz de detectar el rango de edad y el género de cada usuario para ofrecer diferentes tipos de publicidad en una de sus pantallas, la interior. La exterior, de tecnología LED, puede funcionar de forma autónoma gracias al panel solar ubicado en la parte superior. Una apuesta que parece poco segura de implantar a corto plazo dado la situación de la economía española, y la necesidad o el valor añadido de comprar productos de terceros mientras se espera al autobús.

Parkings

El caso paradigmático es el de Málaga, donde se han estado realizando las pruebas de este servicio, con resultados muy positivos. Se han registrado 10.000 usuarios en la aplicación móvil de la que hace uso, y 5.000 de ellos la usan con regularidad mensualmente. Con ella, pueden ver qué parkings están más cerca de su ubicación, y cuántas plazas libres tiene, así como el coste de aparcar en él el coche, y si lo desea, pagarlo desde la propia aplicación.

También se puede utilizar con las zonas O.R.A. (comúnmente conocidas como zona azul), en los tramos dotados de sensores integrados en el asfalto, que con una fiabilidad que afirman superior al 99 %, puede mostrar igualmente las plazas libres, y facilita el pago desde el terminal, ya que los agentes supervisores, con sus detectores, pueden saber gracias a las matrículas si el dueño del coche ha pagado o no por aparcar y hasta qué hora, sin necesidad de los habituales tickets en el salpicadero.

Otros comercios

  • Oficinas: La aplicación ha sido creada para tener un verdadero dashboard en nuestra tablet (aunque está adaptada para smartphones, mostrando peor la información por cuestiones de espacio) que permita ver al empresario rápidamente y de forma muy gráfica cómo están funcionando en tiempo real sus tiendas, ya que registra los movimientos de cada caja y de las bases de datos. Así, en apenas segundos desde que se suceden las transacciones, se puede ver su evolución, y el empresario decidirá si debe actuar, sin tener que esperar a informes posteriores.

  • Cafeterías: Parecía probable que en un comercio así, la parte smart estuviese en nuevas formas de interacción entre el camarero y el cliente, o de visionar la carta. Pero no, estaba centrada en la clásica máquina recreativa, y la solución que habían creado en forma de aplicación para tablets con las que los técnicos de mantenimiento puedan revisar y enviar información en tiempo real a su empresa, en aras de aumentar la seguridad y llevar el intercambio de datos a la inmediatez absoluta.

  • Tiendas de ropa: No es ninguna novedad que hayan aplicaciones para tablets de grandes cadenas de moda. En la SmartCity apuntan a ir algo más allá, llevando la figura del personal shopper (asistente de compra de ropa). Para ello hacen uso de la geolocalización, que ayudará al usuario a ver rápidamente qué tiendas están más próximas a él, y una vez navegando por el catálogo de la tienda, pueda combinar diferentes prendas y ver cómo quedan simultáneamente. La aplicación también le sugerirá acompañar sus elecciones con complementos que previamente han sido aconsejados por un personal shopper real, y de hacer efectiva la compra, poder escoger entre que se la envíen a casa o recogerla en la tienda deseada. Una forma de promocionar el uso de este tipo de software será el de incluir rebajas específicas.

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