PressPausePlay es un nuevo documental dirigido por Victor Köhler and David Dworsky dedicado al miedo, la esperanza y la cultura digital en torno al ecosistema de expresiones creativas independientes, descentralizadas y hasta amateurs, que son cuestionadas bajo una interesante y necesaria pregunta: en una época de constante cambio, acceso a la tecnología y explosión creativa, ¿estamos ante la democratización de la cultura o la mediocridad pura?

Las verdades absolutas no existen y afortunadamente este documental incluye opiniones muy diversas, desde aquellas que advocan por una producción artística concentradsa y elitista, hasta aquellos que claman que la industria esta muerta y el poder lo tienen los artistas, y mejor aún, los que reconocen que las motivaciones para crear no tienen que ver necesariamente con el éxito o el dinero y que las experiencias y el contexto son el futuro del arte y la creatividad en el siglo XXI.

Moby, Robyn, el autor Seth Godin, Anne Hilde de la revista The Wire, Hank Shocklee, Sean Parker de Napster y algunos de mis ídolos como Mike Masnick de Techdirt y Bill Drummond de la legendaria banda The KLF, son algunos de los personajes que dan su punto de vista acerca del diverso, disruptivo y excitante panorama cultural que la masificación de la tecnología ha producido.

PressPausePlay documenta la forma en que diversos artistas que utilizan distintas tecnologías para producir obras visuales, sonoras y textuales, mismos que comparten sus experiencias en torno a su proceso creativo, la forma en la que distribuyen y ejecutan su trabajo. Seth Godin, el autor del libro que ostenta el récord de ser el e-book que más se ha descargado de la red: “Desatando la IdeaVirus” y que fue publicado en línea de forma gratuita hace ya diez años.

Godin afirma que su interés con este libro no era hacer dinero sino probar un punto: como se dispersan las ideas. Las condiciones que pidió para editar su libro fueron que se publicará inmediatamente y que se puediera descargar gratis de la red. Por supuesto que su casa editorial se negó. El lo hizó. El primer día tres mil personas lo descargaron.

“Ese día me di cuenta que la industria esta muerta”

Por el otro lado tenemos la opinión de Andrew Keen, el autor de “El culto al amateur”, quien considera que el internet esta demeritando el valor real de los artistas y los expertos, además de que confundir la democratización de la cultura con arte es una aberración ya que por definición el arte es ”negocio” elitista. Para él, la realidad es que no todo el mundo tiene talento y el hecho de que los medios de producción creativa esten al alcance de todos solo genera mediocridad. Moby aunque reconoce el valor de la democratización también critica la mediocridad que se genera. Básicamente para Keen demasiada democratización destruíra el mundo de la creatividad (!) y además se produce un escacez de talento.

Yo me identificó más con la idea que plantea el documental acerca de nuestra naturaleza creativa:

Sí le das un pedazo de madera y un martillo a una persona puede hacer algo interesante. Sí le das una computadora y acceso a internet, también

Otros puntos de vista más positivos del documental argumentan que no existe tal cosa como falta de talento, sino que muchas de las personas dedicadas a la creatividad simplemente no quieren trabajar bajo los términos que las industrias imponen. Hoy en día un artista puede representarse a sí mismo, tener su propio negocio y ser su propia marca.

Pero la creatividad y el arte, no son solo marcas, negocios e industrias. La pintura, la música, la literatura y la mayoría de las artes (excepto el cine), existen desde antes de la industria. PressPausePlay deja claro que la industria es un concepto que surgió cuando el contenido comenzó a empaquetarse en cajas para venderse. Es una idea relativamente nueva. Excepto por la producción cinematográfica que nació con la industria, la existencia de las expresiones artísticas jamás han dependido de los monopolios culturales e intelectuales.

Afortunadamente, hoy en día, el cine ya tampoco depende de ellos, gracias a…la democratización de la tecnología. Benditas cámaras digitales. Cito a la productora Brenda Walker:

Estamos en una época donde el poder lo tienen los artistas

Antes de la época dorada de la industria musical — la cual se debió a la posibilidad de grabar música en distintos formatos — no existía ta cosa como carreras exitósas y hasta hace poco se pensaba que solo se podían hacer carreras dentro de ella. Pero antes, la música se ejecutaba, lo cuál no prevenía de que se convirtiera en algo elitista— pero ahí tenemos a la música popular desde siempre: desde los mariachis hasta el tango, la música clásica y la polka.

Por otra parte, como Mike Masnick de Techdirt explica en el documental, ya existe muchos nuevos modelos de financiamiento que permiten a la audiencia involucrarse más con el proceso creativo y apoyárlos en su producciones. Nadie puede discutir el éxito de Kickstarter.

Bill Drummond nos recuerda en PressPlayPause que lo más importante de la música es su espacio y su ocasión, además vaticina que cada vez esto será más importante para las nuevas generaciones que pueden descargar lo que quieran cuando quieran, pero no pueden descargar una experiencia, un concierto, una vivencia única.

Y las experiencias incluyen no solo conciertos masivos de gran, modesta o improvisada producción. También juegan las fiestas con videos de YouTube de amateurs, la música callejera o los experimentos de un niño de 14 años con sus amigos. A mí me parece que la cuestión de la mediocridad es completamente irrelevante en un mundo en donde el valor de la música (y la expresión artística en general), no reside en la técnica sino en la experiencia, especialmente en el ecosistema musical y más allá de lo digital.

Aunque en algunos momentos el documental es un poco lento — aunque la cinematografía es impecable — la conclusión del documental vale toda la pena y afortunadamente, apela a una producción artística interesada en la producción de experiencias. Lo tienen que ver.

Precaución: Sí a usted querido lector no le gusta escuchar que el file-sharing lo cambio todo, no vea este documental. Para todos los que les encanta la idea, la buena noticia es que lo mejor aún no llega.

Por supuesto, puedes descargar gratis el documental en formato estándar o interactivo, y además lo puedes comprar en Amazon o en Itunes. O claro, puedes verlo en el repositorio de cultura amateur más increíble del mundo: YouTube.

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