La sexta temporada de Doctor Who regresó el pasado sábado. Las aventuras del Doctor y sus dos acompañantes, Amy y Rory, están resultando muy estimulantes y entretenidas para los seguidores de la serie. Desde que Steven Moffat se convirtió en el productor ejecutivo de Doctor Who, tras la salida de Russell T. Davies, hemos notado un cambio sustancial en la serie (algunos spoilers a continuación, no digan que no les avisamos):

Moffat, uno de los mejores guionistas de la nueva era de Doctor Who, suyos son los inolvidables The Empty Child y The Doctor Dances (2005), The Girl in the Fireplace un año más tarde, Blink (2007) uno de los más grandes capítulos de la serie, Silence in the Library y Forest of the Dead (2008); ha trazado una trama larga que se ha venido gestando desde la primera aparición del personaje de River Song (Alex Kingston) en Silence in The Library. Las historias que presenta Moffat suelen mostrar a un Doctor emocional, muy humano y cercano. Sus tramas tienden a la complejidad estructural pero se desarrollan de manera fluída y sencilla. Es capaz de coger nuestros miedos más primarios y darles forma; así surgieron sus famosos Ángeles Llorones, monstruos espeluznantes del capítulo Blink o el más que fundado miedo a la oscuridad omnipresente en el díptico que servía de presentación para River. Por no hablar de los monstruos de la sexta temporada, unos seres a los que olvidas en cuanto dejas de mirarlos. ¿Puede haber algo más aterrador?

No es de extrañar que ganase el Premio Hugo en varias ocasiones: por el doble capítulo final de la quinta temporada The Pandorica Opens y The Big Bang, The Empty Child y The Doctor Dances, The Girl in Fire Place y Blink.

La nueva etapa de Doctor Who se ha caracterizado por su gran sentido del espectáculo, las temporadas están repletas de emoción, intriga, amor, locura y terror. Muchas voces en el Reino Unido se quejan de la oscuridad y tenebrosidad de la era de Moffat. Personalmente creo que es un genio, un creador capaz de entretejer grandes historias y que además sabe hilar muy fino a través de las posibilidades temporales de la serie. La temporada empezó muy alto y, salvo el capitulo de los piratas, el nivel se ha mantenido. Sin duda, uno de los episodios más memorables ha sido el escrito por Neil Gaiman The Doctor's Wife, donde nuestro buen amigo el Doctor conocía en persona a su compañera más fiel, la TARDIS.

Doctor Who es una serie de ciencia ficción y aventuras en la que un Señor del Tiempo, raza alienígena muy antigua, acompañado casi siempre de algún compañero humano viaja a través del tiempo y del espacio en su nave, la TARDIS. La posibilidad de ver el pasado y el futuro ofrece un sin fin de posibilidades argumentales que los guionistas saben aprovechar. Clara muestra de ello es el personaje de River Song. En el regreso de la sexta temporada, el capítulo Let’s Kill Hitler proporcionó algunas respuestas al puzzle temporal con el que Moffat ha estado jugando durante los dos últimos años; y también, ha aclarado ciertos aspectos referidos al personaje de River. Lo importate del capítulo es descubrir que Mel, la amiga de Rory y Amy que propició su acercamiento como pareja, es en realidad, Melody Pond, la hija de ambos. Mel es la mujer que está destinada a convertirse en River Song, algo que ella aún no sabe. ¿Complicado? Parece que si pero lo cierto es que viendo los capítulos no puedes dejar de maravillarte por lo bien traído que está.

Durante las tres últimas temporadas mucho se habló, especuló y discutió sobre River Song, por fin recibimos respuestas. No será la última vez que la veamos en la serie y el hecho de conocer gran parte de su misterio no la hace menos atractiva como personaje. River se ha ganado, por derecho propio, un lugar en la historia, ya no sólo de Doctor Who, sino de los grandes personajes televisivos.

Claro que no sólo River ha evolucionado y deslumbrado como personaje. Los Pond, Amy y Rory, siguen creciendo y sorprendiendo capítulo a capítulo. De Amy ya sabíamos que era valiente, desenvuelta y leal; pero Rory que poco a poco va despojándose de esa timidez innata se muestra como un hombre de acción capaz de cualquier cosa por su familia y sus amigos. Ha superado pruebas que otros no podrían, ha esparado más tiempo que nadie a que el Doctor regresase, ha muerto en más de una ocasión pero los guionistas, que deben querer al enfermero, siempre se las han apañado para traerlo de vuelta.

La sexta temporada de la serie ha superado, con creces, mis expectativas. Buenas historias, buen ritmo, actores totalmente cómodos con sus personajes, misterios revelados y diversión, a pesar de los momentos dramáticos que salpican la vida del Doctor y sus acompañantes. Faltan cinco capítulos para finalizar la temporada y espero que se centren en la historia de El Silencio, el gran mal al que el Doctor debe enfrentarse. Una organización religiosa que cree que el Silencio caerá sobre el universo cuando la primera pregunta sea formulada. ¿Cúal es la pregunta? No lo sabemos pero seguro que nuestro Señor del Tiempo lo descubrirá.

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