Google ha anunciado el cierre de Google Labs, su rama dedicada a la prueba pública de servicios web nuevos. A través de este sitio, los usuarios podían ser beta-testers de diversos productos de innovación, dándole retroalimentación a la compañía sobre sus experimentos. La razón que han dado es que, a pesar de haber aprendido mucho con la opinión de sus usuarios, han decidido enfocarse en un número más reducido de desarrollos.

La gran pregunta es si esta decisión afectaría a la famosa política de "20 por ciento" de Google. Esta práctica le da a los empleados de la empresa la quinta parte del tiempo laboral (un día a la semana) para que se dediquen a proyectos --individuales o colectivos-- no necesariamente vinculados con su puesto. De este modo, los trabajadores de Google pueden desarrollar ideas propias para crear nuevos servicios. Así nacieron proyectos como Google Reader, Google Maps o Google Wave.

Google ha dicho que no cambiará esta política interna, permitiéndole a los empleados que sigan trabajando en sus desarrollos personales. Lo que cambiará es la disponibilidad para que los usuarios los prueben. Al parecer, el fracaso de Google Wave y la apuesta por Google+ los ha hecho recapacitar sobre la importancia de centrarse en pocos productos en lugar de una gama amplia. La nueva filosofía es disparar poco pero acertar más, en lugar de sacar una ráfaga de servicios y esperar a que uno o dos den en el blanco. Eso sí, Google afirma que no cerrará los canales de prueba de características nuevas de otros productos exitosos, como Gmail Labs o Maps Labs.

El cierre de Google Labs me parece una decisión parcialmente acertada: seguir incentivando la innovación al interior de la compañía al mantener la política de "20 por ciento", pero con un filtro más estricto para decidir qué sale a la luz pública. Es claro que las pruebas piloto que ofrecía Google Labs eran muy importantes para la evaluación, pero a la larga, apostar por tantos productos a la vez provocaba que el esfuerzo fuera más disperso. En mi opinión, se podría mantener a Labs, pero sólo con un par de servicios en prueba; aunque lo más probable es que Google recurra a las invitaciones personales a la versión beta como alternativa.

En contraparte, no hay razones para cerrar a Gmail Labs o Maps Labs, pues existe una diferencia significativa entre someter a evaluación las características de un producto ya establecido y experimentar con un servicio completamente nuevo como en Google Labs. Lo que sí es que Google tendrá que ser precavido con la decisión, pues el enfocarse en pocos productos puede confundirse con una cerrazón a la retroalimentación del público. ¿Será que Google ya se percató que ser tan abierto como al inicio puede resultarle contraproducente?

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